Como sucedió en el choque de la primera rueda, Paysandú y Salto igualaron 1-1 por una Serie B del Regional Norte Litoral que está que arde con tres selecciones separadas por un punto. La Blanca, que no jugó bien en el arranque, mejoró mucho en el complemento cuando logró el empate –también de penal como en la jornada inaugural– y bien pudo seguir de largo. Restan dos fechas para finalizar la primera fase y ahora se viene Fray Bentos, el líder, que anoche empató de visita 2-2 ante Dolores.
La fricción y la imprecisión caracterizaron el primer período. Salto arrancó con un mayor ímpetu, buscando abrir la cancha a partir de sus volantes por afuera, Menoni y Fornaroli, pero Paysandú rápidamente emparejó las acciones. Con la idea clara de atacar rápido, buscó permanentemente a Guiyama en ofensiva, mientras Andrioli debía bajar para mantener mayor contacto con la pelota y recepcionar.
Ya hacia la media hora, el juego se repetía en faltas y protestas, en algún que otro roce; dentro de la cancha se vivía a pleno el clásico, no tanto –por el momento– en las tribunas. A su vez, por instantes se prestaban la pelota, en un continuo errar de pases y lanzamientos largos. A la falta de creación por parte de ambos equipos, quedaba el empuje de sus jugadores, tornándose el partido en una batalla de mitad del campo.
Paysandú intentaba con las subidas de Andrada por izquierda y por los desbordes de Duarte por derecha, pero faltaba el puntillazo final; al mismo tiempo, Salto supo cortarle el circuito de tres cuartos de cancha del seleccionado sanducero, al que le costaba mucho penetrar una defensa salteña ordenada aunque, por momentos, endeble.
Antes de la apertura de la visita, hubo una buena incursión por la banda izquierda de Andrada, cuyo centro casi conecta Guiyama que llegaba muy bien dentro del área. A continuación, una pelota perdida en la salida de la defensa de la Blanca, derivó en un desborde por izquierda de Leguísamo, quien lanzó un centro certero para que Laforcada, con gran cabezazo, hiciera saltar a los pocos hinchas salteños ubicados en la tribuna Norte. Iban 35 minutos y resultó ser un balde de agua fría para Paysandú, que hasta ahí, por lo menos, tenía controlado el partido. Con la ventaja, Salto se dedicó a hacer correr el tiempo, práctica que se acentuó en el complemento y, más tranquilo, manejó mejor la pelota y se dedicó a buscar el contragolpe ante una selección sanducera que naturalmente se volcó en ataque para procurar el tanto de la igualdad.
Con una notoria mejora en su despliegue, Paysandú comenzó a ingeniárselas para incomodar a la última zona salteña. Pese a los pelotazos largos, muchas veces frontales, la Blanca se encontraba cerca del empate. Un par de situaciones lo avalaban, como un cabezazo de Picos que se fue apenas afuera y un gol anulado a Ángelo cuando promediaba el segundo tiempo.
Hasta que llegó el penal sobre Andrioli –lo empujan cuando intentaba dominar la pelota de espalda al arco rival–, que facturó Ángelo a los 73 minutos. Empate aliviador y merecedor para Paysandú, que siguió batallando en busca de la victoria. Si en el primer capítulo el duelo había tenido sus encontronazos, en éste se multiplicaron: el momento del partido llevó a la permanente fricción así como también un árbitro que no supo sobrellevar el trámite.
Los últimos minutos encontraron a Paysandú volcado totalmente en ataque, con tres puntas –Guiyama, Andrioli y Ángelo–, y con Sabaño y Duarte que hacían de tales; de su lado, Salto –conforme con el punto– apostaba a la contra de la mano de la velocidad de Fornaroli y también a las permanentes faltas, al punto de cargarse de amarillas.
Pero el encuentro, más allá de algunas faltas cerca de ambas áreas, no deparó muchas más emociones, y predominó hasta el final un juego cortado, con protestas y, esta vez, con un público sanducero más involucrado.
Fue empate a uno y el grupo está muy parejo a falta de dos fechas. Fray Bentos lidera con 7 puntos, seguido por Salto con 6, Paysandú con 5 y Dolores con 2. El domingo próximo la Blanca recibirá a los fraybentinos por la penúltima jornada en un compromiso clave.
