A buen ritmo continúa la obra de recambio del techo del Estadio Cerrado, al punto que aproximadamente la mitad de la bóveda ya luce las nuevas chapas.
Tal como se planificó al momento de diagramar la obra, el trabajo se realiza por tramos: se levantan las chapas de cierto sector, y se van colocando las nuevas.
Ya la mitad de la bóveda luce las nuevas chapas, y si bien luego se comenzará con el resto del techo, por lo que –más allá de que siempre se depende del tiempo en virtud de que se trata de una obra a cielo abierto– se espera que se culmine el cambio de las chapas antes de los tres meses establecidos como plazo máximo.
Unos 3.300 metros cuadrados de techo nuevo tendrá entonces el Estadio Cerrado, estando finalmente confirmado que las chapas viejas serán donadas.
Vale señalar que unos 7 millones de pesos es la inversión que se realizará para poder tener el techo a nuevo, lo que permitirá poder retomar la organización de actividades sin tener que depender del estado del tiempo.
“De los escenarios que tienen como objetivo central el deporte, el Estadio Cerrado no tiene competencia en todo el país. Se podría generar una gran actividad de diferentes disciplinas, porque además la gente tiene un gran sentido de pertenencia por él. Para esta administración tiene que ser la principal obra del deporte, y ojalá pueda culminarse con lo que se había planificado”, es decir la reforma de la cancha (llevarla a 40 por 20 metros) y de los vestuarios, dijo el director de Deportes, Julio Logiurato.
