El trabajo en los accesos al puerto “es básicamente movimiento de suelos con relleno, compactación y el uso de material de cantera para el terraplén y unos pluviales que van por abajo, de 800 y 1.200 milímetros de diámetro” (0,80 hasta 1,20 metros), según detalló a EL TELEGRAFO el director de obras de la empresa constructora Cujó, ingeniero civil hidráulico ambiental José Da Cunda.
Explicó que “con el diseño que hicimos, hay pluviales para el escurrimiento natural de la lluvia, pero también son para vaciado rápido en casos de creciente, en caso que en una creciente quede agua detrás del terraplén. Por eso capaz que para los pluviales no se precisaba un diámetro tan grande, pero está previsto para el caso de sacar agua de crecientes”.
El trabajo que se está realizando va desde la zona de avenida San Martín y Ledesma hasta el puerto, con un presupuesto de 66 millones de pesos que se financian a través de un fideicomiso del Banco de la República instrumentado por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas.
El espacio que se intervendrá se identifica como el tramo tres de la obra que, una vez desarrollada en todas sus etapas, generará una nueva conexión desde la ruta 3 hasta la terminal portuaria bordeando la zona sur de la ciudad.
BUEN AVANCE, PESE A CRECIENTE
“Esa obra viene bien, estamos en un 50% de avance. Podríamos estar en un porcentaje mayor, pero tuvimos la inundación -que se superpuso a la licencia de la construcción- por lo que estuvimos casi todo enero y febrero sin trabajar. Pero se retomó con rapidez, y estamos casi en lo previsto”.
Si bien el proceso total de obra en tres etapas culmina con un paquete estructural con algún pavimento “esta es la primera parte, el terraplén y los pluviales. Quedamos a una cota de unos 30 centímetros del pavimento terminado. Una segunda parte sería colocar el pavimento sobre este terraplén, pero es otra licitación”.
En cuanto a la finalización de esta primera parte, el ingeniero dijo que “esta obra tiene 8 meses de plazo. Empezamos en noviembre, tuvimos la parada de la inundación, pero estimamos que si no tenemos ningún percance, igual culminaremos en agosto o setiembre. Es que los dos primeros meses trabajamos muy bien, después vino la licencia de la construcción, que ya la teníamos prevista, pero se sumó la creciente, y perdimos un mes. Pero si no se pone lluvioso, terminamos bien”.
HACEN 50 VIAJES DE CAMIÓN
La tosca, material básico para la construcción del terraplén, “la traen por un subcontrato que tenemos desde una cantera que está en el camino a Porvenir. Se están moviendo unos mil metros cúbicos por día (lo que equivale a la carga de unos 50 viajes de camión diarios) y el trabajo total del movimiento de suelos lleva unos cien mil metros cúbicos”. El trabajo se hace con camiones que tienen cazambas para la carga de los 20 metros cúbicos, o eventualmente camiones con zorra para llevar la misma cantidad de tosca. Se utilizan cinco camiones que hacen diez viajes por día cada uno”, explicó. En la obra están trabajando unas 15 personas entre los que hay camioneros y maquinistas, y 12 de esos obreros son de Paysandú.
