El partido que superó todas las expectativas

“Calculan que habrá unas 15 mil personas”, era el comentario de los días previos a la gran final de la Copa Nacional de Selecciones de OFI. Y el cálculo no fue tan errado. Por el contrario, más allá de que podrá discutirse una diferencia de más o menos 1.000 personas según el ojo de quien opine, está claro que el Estadio Artigas estaba prácticamente repleto.
Apenas algunos metros sin gente en la Tribuna Este, donde se separó a la hinchada local de la visitante, que llegó en un número inferior al esperado.
Pero más allá de todo, se superaron todos los pronósticos. Incluso en lo que tiene que ver a la organización, que estuvo muy lejos de la circunstancia.
Iba media hora de partido y los hinchas continuaban entrando a las cabeceras, lo que habla a las claras de que algo falló. Un solo ingreso como dispuso la Liga para las Tribunas Norte y Sur fue demasiado poco, lo que quedó en evidencia.
El sector sanducero en la Este se colmó rápidamente. Y se originaron los primeros inconvenientes, porque muchos hinchas con boleto para ese sector no pudieron ingresar dado que se cerró la puerta de acceso en medio de discusiones con la Policía. La otra queja fue que no se podía pasar a los baños ubicados sobre el lado sur de dicha tribuna, por lo que se ingresaron baños químicos por la entrada sobre 25 de Mayo.
Y no fueron pocos los que, con boleto en mano, no pudieron ingresar al estadio para ver el partido, en medio de una mezcla de desazón y molestia a flor de piel. Una locura impensada. La Liga de Fútbol emitió ayer un comunicado pidiendo disculpas al respecto, y anunciando que la próxima semana se devolverá el dinero presentando en su local la entrada completa y en condiciones.
Una lástima teniendo en cuenta la respuesta del público, al que siempre se le reclama apoyo. Y que, en esta ocasión, reclamó más que nunca el hecho de que el Estadio Artigas luzca una tribuna inhabilitada, y no precisamente por estética.