Estudio muestra relación entre polinizadores y fitosanitarios

La polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres. Esto llevó a que la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA) analizara denuncias y emprendiera varias acciones para mejorar la coexistencia entre rubros.
Los polinizadores no solo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria, sino que además son indispensables para conservar la biodiversidad, piedra angular en el cumplimiento de los objetivos de Desarrollo Sostenible. Asimismo, sirven para alertarnos sobre los nuevos riesgos ambientales, indicando la salud de los ecosistemas locales.
Las abejas y otros polinizadores se ven cada vez más amenazados por las actividades humanas. Si bien el número de colmenas en el mundo muestra un crecimiento a nivel mundial, el número de abejas ha tenido un descenso de 20% en los últimos 15 años, según FAO.
Dentro de las posibles causas se encuentran problemas sanitarios por enfermedades y plagas, cambios en los ecosistemas, urbanización, deforestación, cambio climático, uso de fitosanitarios. Se ha mencionado a nivel internacional que solo el 12,6% de los informes revisados identifican a los fitosanitarios como factor principal.

SITUACIÓN EN URUGUAY

Con el objetivo de conocer cuál es la situación en Uruguay, la DGSA analizó la base de datos de las denuncias presentadas desde el año 2010 a la actualidad, donde se registran los incidentes relacionados al mal uso de fitosanitarios. De un total de 913 denuncias, 185 correspondieron al componente abejas.
Al analizar las causas se encontró que en 100 denuncias fueron detectados fitosanitarios como origen de los daños. Sin embargo, 70 de ellas se debieron a intencionalidad en el uso (mayor mortalidad de colonias) principalmente con el ingrediente activo Fipronil (56 casos) que tiene su uso restringido en Uruguay a las aplicaciones como hormiguicida (Resolución DGSA 27/009). Por lo que eliminando este factor, la incidencia de los fitosanitarios se reduce al 16,2% de las denuncias.

EL ESTUDIO

Al realizar el estudio de estos principios activos, se encontró que en 14 denuncias se detectó Clorpirifós (7,5% de las denuncias de mortandad de abejas y 1,5% del total). Solo en uno de los casos fue detectado un neonicotinoide: Tiametoxan. Esto coincide con las incidencias encontradas a nivel de campo y monitoreos en otras partes del mundo.
Recientemente el MGAP extendió el uso de receta profesional para neonicotinoides y Clorpirifós, buscando un uso correcto y seguro, ya que pueden ser potencialmente peligrosos si no se usan adecuadamente.
El mismo estudio fue realizado para el resto de los principios activos: Tiametoxan, Clotiadinina y Clorpirifós. En base a esta información se decidió incluirlos bajo receta profesional.
Este cambio permitirá acotar aún más los problemas hallados en las denuncias en relación a estos productos, ya que los profesionales serán parte en el proceso de informar y explicar.