BUENOS AIRES, 12 (EFE)
El diputado argentino Héctor Olivares, víctima el jueves pasado de un ataque a tiros en las inmediaciones del Congreso de la Nación, falleció ayer domingo tras no poder superar las graves heridas que le produjo el suceso, por el que ya había muerto su asesor Miguel Yadón.
“Un gran dolor la muerte del diputado Olivares. Un fuerte abrazo a su familia, correligionarios y amigos”, escribió en Twitter el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, que integra la coalición oficialista Cambiemos, al igual que el fallecido legislador. Fruto de la investigación de los hechos, la Policía detuvo ya a seis personas, entre ellas los dos presuntos atacantes que iban dentro del automóvil desde el que se efectuaron los disparos, que desde el primer momento las autoridades atribuyeron a razones puramente personales y no políticas. El último parte médico, conocido el sábado, informaba de que fue operado y permanecía en estado crítico, debido principalmente a una “falla multiorgánica” que le afectaba al corazón, al pulmón y a los riñones.
Según las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona del Congreso, por donde Olivares caminaba junto a Yadón poco antes de las siete de la mañana, dos personas los esperaban en un coche y una de ellas disparó a ambos, lo que causó la muerte de Yadón e hirió de gravedad al diputado. Tras varios registros y una rápida investigación, se lograron varias detenciones.
Los dos principales sospechosos, arrestados cuando se estaban fugando son Juan Jesús Fernández, –conocido como “El Gitano”– y su sobrino Juan José Navarro Cádiz –alias “El cebolla”–, detenido en Uruguay y a la espera de ser extraditado. Fernández declaró el sábado y según su abogado, Ramiro Rúa, quien disparó fue Navarro Cádiz. Según la versión de “El Gitano”, él se encontraba bebiendo con amigos por la zona cuando se encontró con su sobrino, que estaba “muy violento”, y en un momento salió del coche en el que ambos se encontraban y realizó los disparos “a cualquiera”.
“Dentro del auto estaba muy irascible Navarro Cádiz, estaba muy violento, había discutido con su esposa. Era una situación cotidiana. Él (Fernández) trató de calmarlo y de repente sacó el arma y disparó a cualquiera, fue al voleo, eso le hubiera podido tocar a cualquiera” aseguró Rúa. Después de los disparos, Fernández “se asusta y se va”, según la versión detallada por el abogado.
