Esta camioneta o auto convertido en pick-up, en su momento, Ford de 1929 ya tiene 90 años pero no le afloja al tiempo y continúa circulando, despertando esa sensación de nostalgia y simpatía que ya es tradicional cuando se observa a estos vehículos que marcaron toda una época en la historia del automóvil.
Su propietario es Walter Gracés, quien la tiene en su poder desde hace 4 o 5 meses y la está utilizando en las condiciones en que la recibió. Preguntado sobre si piensa en restaurarla, nos manifiesta que lo pensó, pero por el momento decidió utilizarla sin tocar nada, circular con ella en las condiciones que está. El motor funciona sin problemas. Cuatro cilindros que pistonean de lo lindo.
El chasis está firme como el primer día; “nobles fierros”, diría un escritor. Claro, la chapa es la que muestra el impacto de los años, pero se sostiene y punto.
En su momento sobre la caja se instaló un techo que ahora, recientemente, nos comentaba Gracés, lo quitó. El rodado tienen llantas con rayos de alambre, con un corto estribo en los laterales a la altura de la puerta. Pues bien, lo cierto es que la “cachila” sigue vigente, circula, al propietario le gusta andar con ella en el estado actual y así se le puede ver en el tránsito sanducero.
