El Frigorífico Casa Blanca (Fricasa), “la principal empleadora privada de Paysandú” con 710 empleados, debe “tener en planilla 141 empleados para que efectivamente estén trabajando 100”, dijo Eugenio Schneider, su principal.
Explicó que “cada vez se necesita más gente en planilla para poder completar los turnos porque cada vez es mayor el número de empleados que están de licencia anual, por maternidad, por paternidad, por muerte de un familiar, por enfermedad, por otros motivos. Llevo estrictamente esta estadística, y hace diez años el número de empleados necesarios para tener 100 trabajando efectivamente era de 130, hoy de 141. Son conquistas logradas por la clase trabajadora, algunas de ellas muy buenas, pero que todas implican una presión adicional en el presupuesto de las empresas, que no siempre pueden aguantarlo”.
En la industria frigorífica, además, “hay un convenio desde hace alrededor de 50 años que permite citar al personal si hay faena y no hacerlo si no la hay. Pero lo que sí continúa corriendo es el periodo de licencia”.
Fricasa tiene “entre el 3% y 3,5% de la faena nacional y competimos con algunas empresas muy grandes. La nuestra es totalmente de capital nacional y –algo que me enorgullece– no debe nada a ninguna entidad bancaria. Estamos en ese sentido totalmente saneados, aún cuando la situación no es la mejor”.
La empresa tiene autorización para exportar a “unos 80 países pero en la práctica exportamos a 20, entre ellos un mercado enorme como China”.
La exportación “se ha complicado bastante porque estamos como aislados en Latinoamérica con un dólar muy barato, lo que es muy perjudicial para todo el sector exportador. Todo lo que se produce acá, se puede obtener en otro lado más barato. Por ejemplo, en el caso de la carne vacuna, un novillo en Buenos Aires colgado en el frigorífico sale 2,60 dólares el kilo; aquí 3,40 dólares. Eso es mucho dinero. Sin embargo, tenemos que seguir trabajando y faenando”.
Recientemente Fricasa habilitó su 18ª carnicería en el marco de su “programa de renovación del sistema, que comenzó con una, hace alrededor de 15 años. El nuevo diseño permite crecer porque estimula la iniciativa de quienes están al frente de los locales. Son empleados nuestros pero a su vez actúan casi como clientes. Nos dan mucha información, permiten que se actúe en acuerdo”, sostuvo Eugenio Schneider.
Actualmente Fricasa tiene en proyecto la construcción de un nuevo depósito refrigerado con capacidad para mil toneladas de carne, con un presupuesto de entre 1,5 y 2 millones de dólares. Los trabajos de cimentación han comenzado pero “vamos a esperar que mejore la ecuación general del negocio” para continuar las obras.
