“Mamá se rompe el vidrio”, repitió varias un pequeño niño que viajaba junto a 40 pasajeros más en el coche 3 de la empresa Copay que a las 19 horas había partido desde Montevideo. Los pasajeros, que viajaban en su mayoría hacia Young y Paysandú, vivieron momentos de tensión al sentir un estruendo provocado por el estallido de un vidrio, producto de una pedrada. El hecho ocurrió a la altura del kilómetro 29 de la ruta 1.
De acuerdo al relato del fotógrafo de EL TELEGRAFO, Milton Cabrera, que había abordado la unidad luego de cubrir un encuentro deportivo en la capital, el estruendo hizo despertar a los pasajeros.
La piedra, de considerable tamaño, impactó en el lateral derecho del ómnibus y, felizmente, cayó entre dos asientos, no golpeando a ninguno de los viajantes. En tanto, una joven que iba sentada junto a la ventanilla, cuyo destino final sería Young, indicó que sintió el estallido y quedó llena de vidrios pero no se lastimó. “Fue el susto por el momento y no saber qué estaba pasando”.
En tanto, el chofer y guarda optaron por no detenerse (a fin de evitar que los delincuentes accedan al rodado) y continuaron la marcha. Comunicaron la situación a la empresa pero recién se pudo hacer un trasbordo a otra unidad en Trinidad.
Mientras tanto, se colocó una manta y naylon para tapar el vidrio roto y se cambió de asiento a quienes ocupaban esas butacas. En Trinidad se cambió a los pasajeros que viajaban hacia Young a otra unidad y se continuó rumbo a Paysandú, con el resto del pasaje, en la unidad afectada.