La Justicia condenó a un hombre de 19 años tras comprobarse su responsabilidad en al menos ocho delitos de hurto, la mayoría de ellos cometidos en perjuicio de la Escuela 87 ubicada en Dr. Roldán y Antonio Estefanell, situación que venía tornándose insostenible para las autoridades de la educación.
De acuerdo con información brindada por Jefatura, personal de la Unidad de Respuesta Policial realizaba una recorrida por Treinta y Tres Orientales al Norte de Estefanell y frente a una finca del citado barrio avistó a dos sujetos poseedores de antecedentes penales.
Al notar la presencia de los uniformados, pretendieron fugarse corriendo. Uno saltó el cerco de una casa y al ser alcanzado por la Policía se resistió a la detención, ocasión en que le dio un golpe de puño en el rostro a uno de los efectivos. Una vez retenido, fue identificado como Tomás Benjamín Pereira Larrosa, que se encontraba requerido por diferentes delitos. En tanto, el otro sujeto no fue alcanzado.
Pereira Larrosa fue llevado al servicio de urgencias del hospital donde se realizó el control de rutina y luego fue alojado en la Unidad de Investigaciones. En el marco de las averiguaciones, la Policía tenía datos de que estaría implicado en varios ilícitos. Uno de ellos ocurrió el 6 de marzo cuando un hombre denunció que fue interceptado por sujetos que le sustrajeron 600 pesos, tres kilos de maní y 15 paquetes de garrapiñada.
El 9 de abril, el director de la Escuela 87 –edificio en proceso de ampliación– denunció el hurto de una garrafa de 13 kilos, barras de cereales, 48 tenedores, 48 cuchillos y comestibles varios. Indicó que los malvivientes ingresaron mediante la rotura de una ventana. El 22 de abril, la escuela fue nuevamente blanco de la delincuencia, ocasión en que se llevaron varios artículos escolares. Al día siguiente, hurtaron bandejas de cocina, comestibles, útiles, parlante, artículos de maquillaje, una jarra térmica, utensilios de cocina, dos garrafas de 13 kilos y una licuadora, habiendo ingresado mediante daños. En tanto, el 29 de abril, fue denunciado que desde el CAIF de la zona, ubicado en calle Ayuí, habían robado comestibles.
El 4 de mayo, una mujer que estaba en su finca del barrio P-3, vio que un desconocido le hurtó una motocicleta Mondial.
Asimismo, el 7 de mayo la Escuela 87 volvería a ser atacada. Esa vez se llevaron comestibles, carne y artículos escolares. Dos días después, desde el centro educativo dieron cuenta sobre la falta de frutas, leche, comestibles y cubiertos. Por su parte, el 15 de mayo volvieron a robar una garrafa de 13 kilos, comestibles y artículos escolares.
Al intervenir la Fiscalía, se dispuso la formalización de la investigación y posterior juicio abreviado de Tomás Benjamín Pereira Larrosa, imputado y condenado por “ocho delitos de hurto especialmente agravado en reiteración real con un delito de hurto especialmente agravado en grado de tentativa y en reiteración real con un delito de lesiones personales agravadas”, imponiéndole como pena 12 meses de prisión efectiva.
