Un factor primordial en la competitividad

Más allá de aspectos coyunturales, teniendo en cuenta que nuestro país es altamente vulnerable y tomador de situaciones, es fundamental para el Uruguay ocupar un lugar de privilegio en materia de venta de servicios como la logística, un aspecto que incluye no solo vender este servicio a terceros –caso de los países mediterráneos Bolivia y Paraguay– sino también para potenciar producciones de escaso valor agregado, donde se deben trasladar elevados volúmenes de bajo precio relativo y con ende con gran incidencia del costo del flete.
La logística en Uruguay ha tenido en la última década una revalorización que tiene mucho que ver con este perfil exportador de nuestro país, en base a los commodities, cuyos precios internacionales fueron el motor de la bonanza que vivió el país hasta 2014.
Como regla general, en este tipo de bienes, el flete es factor clave debido al volumen a transportar, pero aún teniendo en cuenta fallas en el esquema logístico y costos, cuando se tienen precios internacionales altos estos valores permiten ocultar falencias que quedan el desnudo cuando la situación excepcional se esfuma, y nos encontramos con la realidad de los costos comparativos respecto a nuestros competidores, como ha ocurrido en los últimos dos años aproximadamente.
La presidenta del Instituto Nacional de Logística (Inalog), Cra. Ana Rey, al evaluar el papel que cumple Inalog en el sector logístico, hizo hincapié en los desafíos que se presentan en materia de innovación tecnológica, y evaluó que hay mercado y que hay oportunidades de crecimiento para el sector.
Un aspecto destacado tiene que ver con las perspectivas de crecimiento del sector servicios enfocado al transporte ferroviario, de fundamental incidencia para la viabilidad de la futura planta de UPM en el entorno de Durazno y Paso de los Toros.
Asimismo, la presidenta de Inalog evaluó que los objetivos de desarrollo sostenible que involucran a todos los actores públicos y privados, se asocian a las alianzas que el sector logístico y sus actores pueden impulsar para generar sostenibilidad sectorial, infraestructura, trabajo, crecimiento económico y educación de calidad ampliando el hinterland de la logística en el Uruguay.
Más allá de pasos importantes que se han dado, con incorporaciones de infraestructura y la revitalización de los puertos del Litoral, como contrapartida Uruguay se encuentra encabezando el podio de los países más caros de la región en cuanto a los costos logísticos, y a la vez encabeza con holgura el ranking de los combustibles más caros de la región, factor este que tiene mucho que ver con la logística, precisamente, en la que el transporte es pieza angular del esquema.
El aspecto de los costos y la coordinación es fundamental en la logística, y en este sentido, al no tener competencias ni poder decisorio en abordar correctivos en las áreas que corresponden al Ministerio de Economía y Finanzas, la Cra. Ana Rey informó recientemente que Inalog avanza, junto con otras instituciones del Estado, en el diseño de una hoja de ruta para el sector.
El Inalog, junto con el Sistema Nacional de Transformación Productiva y Competitividad Transforma Uruguay y la Dirección Nacional de Planificación y Logística del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, trabaja en la elaboración de una hoja de ruta que contribuya a mejorar la eficiencia de los procesos logísticos del comercio exterior.
“La competitividad de los sectores del comercio exterior está muy vinculada no solo a valores monetarios, sino también a la gestión documental, a la cobranza electrónica, a impuestos que se aplican”, detalló Rey, para acotar que “una mejora en los trámites en la frontera, en seguridad, en reducción de los tiempos, y cobranza electrónica son elementos que ayudan a la competitividad, y ese es el desafío”, apuntó.
“La idea del proyecto es identificar no solo cuánto dinero cuesta hacer una operación determinada, sino también las demoras que implican un costo financiero por los tiempos de entrega o retiro de algún producto. Es un trabajo que pretende ser ejecutivo y que puede ser manejado por los técnicos de los distintos organismos como una herramienta de trabajo y mejora continua”, apuntó.
“Los actores públicos y privados tenemos un conocimiento muy sólido, cada uno conoce elementos a mejorar, como los valores que se cobran en dólares y en pesos, que tienen variables macroeconómicas o de gestión interna, que se deben revisar para determinar su incidencia en la cadena. También hay aspectos documentales en la cadena logística que hacen que los tiempos de viaje sean más largos y haya costos ocultos”, explicó.
En ese sentido, Rey dijo que las instituciones que participan en la iniciativa “se fijaron como meta el mes de julio para cerrar esta primera fase de análisis. Desde fines de ese mes, comenzaremos con una etapa de propuestas de mejora para que luego quede, en las agendas sectoriales de cada cadena, un plan de trabajo que consolide políticas de Estado en la materia.”
Es decir, una inquietud que apunta a detectar falencias y procurar una mayor eficiencia y coordinación, y en este contexto es asimismo importante el apoyo institucional en cuanto a capacitación de mano de obra y personal técnico para la logística, sumando esfuerzos, que hasta ahora no han sido todos coincidentes ni coordinados incluso, para los servicios de logística, pero de a poco se están “llenando agujeros” en estas carencias en áreas específicas.
Entre los aportes podemos mencionar la licenciatura en logística en la Universidad Católica del Uruguay, y en Paysandú, por citar un ejemplo local válido, la incorporación de una opción educativa mediante un convenio de cooperación entre la UTU y el Instituto Nacional de Logística, del Polo Tecnológico Regional Norte de la UTU.
La logística, más allá de avatares, debe sustentarse en pilares como el marco legal y fiscal, la infraestructura y la educación. En nuestro país, con el paso de los años, la logística es considerada con el convencimiento de que debe establecerse una política de Estado, para poner énfasis en el conocimiento de las ventajas competitivas que tenemos, pero a la vez asumir que es un mundo absolutamente dinámico, que requiere de una respuesta educativa y de personal capacitado para aprovechar las oportunidades del país, y para dar respuesta a las necesidades de los operadores.
Por lo tanto la línea de trabajo mencionada por la titular de Inalog, conjugada con la capacitación, es clave e involucra desarrollar profesionales para la gestión, operaciones y estrategia, de una de las disciplinas más importantes de este país, y actividades interrelacionadas, como la distribución y el transporte, en la perspectiva de la inserción local y la proyección internacional de los recursos humanos preparados con este fin.