Arroceros pidieron en asamblea un instrumento financiero urgente para continuar la actividad

La Asamblea de Productores Arroceros realizada el jueves en Treinta y Tres resaltó a través de un documento que “para poder dar continuidad” a la tarea arrocera “se hace urgente disponer de un instrumento financiero que permita dar continuidad a nuestra actividad”, añadiendo que se deben “atender las necesidades del negocio generando incentivos para el crecimiento y la rentabilidad”.
El texto afirma que las medidas del Poder Ejecutivo para atender a los arroceros “han demostrado ser totalmente insuficientes e ineficaces”, y lo demuestra “la permanente caída del área de siembra, las decenas de represas de riego abandonadas, los cierres de plantas industriales, el aumento de la desocupación en todo el sector y la pérdida de inversiones”.
Al cierre, fue aprobada una declaración de cinco puntos en la cual considera urgente “disponer de un instrumento financiero que permita dar continuidad a nuestra actividad”, añadiendo que se debe “atender las necesidades del negocio generando incentivos para el crecimiento y la rentabilidad”.
En primer lugar los asambleístas reconocieron “los esfuerzos realizados por la Comisión Directiva” de la Asociación de Productores de Arroz (ACA) “que representan totalmente los intereses de todos los productores, encomendando seguir adelante con las gestiones”.
Consideraron que la industria “es plenamente consciente de la necesidad de llegar a un precio provisorio” para “aliviar nuestra crítica situación económica y financiera”; también reclamaron que se contemple al productor “mediante contratos que le aseguran rentabilidad y fondos arroceros que han permitido cobros de abultadas deudas y les han sostenido su mejor condición económica”, y encomiendan “a ACA analizar la pertinencia de mantener una situación contractual en la cual se reconocen costos industriales en condiciones de descenso de área y producción”.

RENTABILIDAD NEGATIVA

La declaración también señala que “durante cinco cosechas consecutivas, la rentabilidad ha sido negativa por factores de falta de competitividad de la política económica” lo que es demostrado por “la caída permanente de áreas de siembra, las decenas de represas de riego abandonadas, los cierres de plantas industriales, el aumento de la desocupación en todo el sector y la pérdida de inversiones realizadas por el sector privado en infraestructura arrocera por muchos millones de dólares”.
Las medidas del Poder Ejecutivo para atender a los arroceros “han demostrado ser totalmente insuficientes e ineficaces para revertir la difícil situación y generar condiciones de negocio. La promocionada ayuda del gobierno al sector de 7 millones de dólares en un año es bastante menos que lo que diariamente se pierde por la caída de la actividad arrocera”, destaca.
También menciona que tal como se demuestra en “serios y contundentes trabajos técnicos”, por “cada dólar que genera el sector agropecuario se generan 3 o 4 veces más para el resto de la sociedad”.
“Para poder dar continuidad se hace urgente disponer de un instrumento financiero que nos permita poder dar continuidad a nuestra actividad y que el mismo atienda a las necesidades del negocio generando incentivos para el crecimiento y la rentabilidad”, afirma.
Y concluye destacando el “enorme esfuerzo” de “productores y sus colaboradores” para “poder continuar” en el rubro, pero “demasiados no han podido resistir, quedando fuera de la actividad”. Por lo anterior “es el momento de buscar cambios necesarios a todo nivel para salvar un rubro fundamental de la economía, con impacto en zonas particulares del Interior donde la desaparición del cultivo de arroz significa una crisis severa para la población de la zona”.