Con la colocación de pancartas y una pegatina en varias zonas de la ciudad, el Colectivo Resonancia Feminista se sumó a la concentración que, por cuarto año consecutivo, paralizó a gran parte de Latinoamérica y que reivindica como eslogan el “Ni una menos” en un pedido de que no haya más mujeres ni personas trans asesinadas ni víctimas de la trata y la explotación sexual.
Victoria Azambuya, integrante del colectivo, indicó a EL TELEGRAFO que este año se decidió no hacer una marcha sino una concentración. A las 17 se hicieron presentes frente a la sede de Fiscalía en calle Dr. Luis Alberto de Herrera casi Florida. De forma pacífica, enseñaron carteles en que había leyendas de “Ni una menos” y “Vivas nos queremos”, entre otros. Luego se dirigieron hacia Plaza Constitución. “Fuimos cortando las calles hasta llegar frente al Juzgado, donde nos concentramos con cánticos”, comentó.
Este año, “decidimos no marchar y hacer esta convocatoria donde además pegamos carteles alusivos a la fecha y fotografías de una actividad que hicimos en distintas zonas de la ciudad, entre ellas el arroyo, en que se quiso retratar a mujeres víctimas del odio y la violencia. Pero queríamos estar presentes ya que es un día súper importante y hay que reivindicar el grito que surge desde los colectivos organizados de toda latinoamérica”, dijo.
En tanto, las fotografías, de alto impacto visual que fueran colocadas en la vía pública, muestra a mujeres tiradas en un descampado con sus cuerpos golpeados y semicubiertas por bolsas de residuos; mujeres descartadas a la orilla de un arroyo con sus manos atadas por una cuerda y sus cuerpos lleno de moretones y sangre, que expresan por sí solas el dolor ante cada víctima.
“Las noticias siguen siendo alarmantes y es tan cotidiano que casi está normalizado. Siguen apareciendo cuerpos de mujeres y feminizados tirados en bolsas de basura, flotando en ríos y arroyos, en descampados. Siguen apareciendo pibes por trata. ¿Hasta cuándo? El patriarcado y el capitalismo nos quieren como objetos de consumo y descarte. El Estado es responsable de su no actuación frente a casos de violencia, desaparición, explotación sexual o muerte. Los femicidios y transfemicidios son una emergencia nacional”, reza una pancarta.