El empate ante Japón quedó atrás, y Uruguay está concentrado en el compromiso de mañana, en el que definirá su clasificación a la próxima fase de la Copa América por el Grupo C.
El duelo ante los chilenos es trascendente y no solo por los puntos. Es más: para el hincha es prácticamente un clásico, teniendo en cuenta la rivalidad que han sembrado los trasandinos de un tiempo a esta parte.
Los celestes apuestan todo a ganador luego de un partido complicado, que con el diario del lunes se dio como podía esperarse teniendo en cuenta la exigencia que planteó el rival en base a lo conocido: la velocidad.
Pero el que se jugará mañana desde la hora 20 en el Maracaná será otro partido muy diferente, entre dos viejos conocidos.
El técnico celeste, Oscar Tabárez, ya se imagina el partido y trabaja procurando conformar no solo la oncena titular, sino también delinear cómo planteará el partido. Y seguramente será muy similar al Uruguay más conocido, seguramente cediendo la tenencia del balón procurando sorprender con los de arriba.
Lo que está definido es que el entrenador realizará una variante obligada ante la lesión de Laxalt. Giovanni González ingresaría en el lateral derecho y Cáceres, tal como sucedió cuando el lesionado tuvo que dejar la cancha en el transcurso del primer tiempo ante los nipones.
Pero Tabárez piensa en otro cambio, para retocar la mitad de la cancha. Y en ese sentido, los números son para De Arrascaeta. El técnico parece tener definido el ingreso del volante, pero la realidad es que recién hoy se definirá por quién ingresará, ya que en el movimiento de ayer trabajó tanto por izquierda como por derecha.
Por lo tanto, entre Lodeiro y Nández está el cambio.
En el resto no hay dudas. Y Suárez, que sufrió un golpe en la mano izquierda, no corre riesgo.
En el resto del equipo no habrá variantes, aunque seguramente todo se pueda confirmar hoy, en el entrenamiento que cerrará la preparación de cara a este trascendente partido, en el que Uruguay definirá su posición en el Grupo C.
La Celeste llega de un empate ante Japón, pero no quiere sorpresas. Y sabe que tiene por delante un partido no solo complicado, sino que debe ganar. Por la tabla, y también por el hincha.