“Debemos involucrarnos todos “ en tratar de combatir consumo problemático de alcohol

En el marco de la labor que lleva adelante la Junta Nacional de Drogas, a través del Área de Descentralización, visitó Paysandú el coordinador de la Región Norte, José Luis Fernández.
En conferencia de prensa realizada junto con el coordinador de la Junta Departamental de Drogas de Paysandú, Ricardo Fleitas, explicó que “lo que hacemos es impulsar todo el trabajo –que hacemos mensualmente– de las juntas departamentales de droga de todos los departamentos del Norte y, a su vez, las juntas locales –en este caso hay una sola en Bella Unión–, que son el colectivo de todas las instituciones que están trabajando en la política pública de drogas en el país”.
A su vez, agregó “también trabajamos y venimos con un equipo de evaluación de calidad en los dispositivos Ciudadela”. Precisamente, “en este momento hay otro compañero, Alfonso Arocena, trabajando con el dispositivo Ciudadela Paysandú”, dijo, tras lo que informó que “ahora tenemos una reunión de coordinación también con Ricardo (Fleitas) y es una tarea que venimos desarrollando paulatinamente, para estar cerca, para poder construir, aprender y seguir caminando juntos”.
Consultado sobre cómo se viene trabajando en lo que refiere a la regulación del alcohol dijo que “tenemos un proceso posible de una iniciativa legislativa que se está considerando en una comisión que el presidente oportunamente convocó”. Asimismo, anunció que del 3 al 6 de junio se realizará una jornada a la que se está “convocando a una serie de autoridades de la investigación científica sobre el proceso de consumo problemático de alcohol, porque como ustedes bien saben, es una de las sustancias cuya regulación tiene más aristas y más características complejas”.
“De hecho –continuó– es una sustancia altamente naturalizada en la vida cotidiana de todos nosotros y es en este momento la sustancia de mayor consumo del punto de vista psicoactivo del país, del punto de vista del consumo problemático también, pero vamos a requerir de una serie de procesos de gestión y de producción de una regulación que sea antes que nada comprensible para todos los actores involucrados en el fenómeno y también que tienda a promoción y prevención de salud”.

Disfrutar sin consumir

En su óptica, “vamos a tener que involucrarnos todos y todas en este proceso de tratar de combatir el consumo problemático de alcohol. Evidentemente, nosotros pretendemos desde el marco de regulación de daños y riesgos –como lo hacemos desde las demás sustancias– un trabajo que apunte no solamente a la disminución del consumo y a la valoración de los riesgos, sino también a que paulatinamente –y más que nada desde la línea de prevención– empecemos a entender y a pensar que podemos disfrutar sin consumir alcohol”. A la vez, “si vamos a consumir, sepamos los riesgos y podamos minimizarlos, por ejemplo, intercalando el consumo de agua que, está probado científicamente, disminuye los aspectos negativos del consumo de alcohol”.
Refirió que “la Junta desde hace mucho tiempo está trabajando con usuarios problemáticos de alcohol. De hecho los Dispositivos Ciudadela tienen consulta para eso. Específicamente hay un departamento en el Hospital de Clínicas en Montevideo que está trabajando en la investigación, atención y asesoramiento del uso problemático de alcohol desde hace bastante tiempo”.
Agregó que “no hay dispositivos concretos sólo para una sustancia, porque no entendemos que la sustancia sea el problema, sino que el vínculo es el problema, el vínculo adictivo que tiene que ver con la estructura de la personalidad y con la accesibilidad a las sustancia. Entonces si bien estamos focalizando algunas regulaciones, obviamente, en algunas sustancias –como pasó con el Cannabis, ahora con el alcohol– no es porque tengamos el foco de la política en la sustancia”.
En visión de Fernández, “cómo interferimos” en el consumo problemático de alcohol supone “un gran desafío” porque se trata de “una sustancia altamente naturalizada y que todos consumimos”. En tal sentido considera que el trabajo debe ir “por la línea del reducir el daño del consumo problemático”.