Sufrió heridas desgarrantes al ser atacado por dos canes en la zona sur

Tras varias horas de estar comprometida su salud, se está recuperando lentamente un hombre de 59 años que el pasado sábado fue atacado por dos perros en el barrio Tatuses Sur, en momentos en que regresaba de un almacén junto con su hija y una nieta, según relata a EL TELEGRAFO su esposa.
Esta señaló que fue atacado por dos perros, uno cimarrón y el otro cruza con pitbull, que se escaparon desde una casa con cerco perimetral cuando el hombre atinaba a pasar por el lugar. Uno de los animales le provocó serias heridas en la zona del cuello, en tanto también reportó heridas desgarrantes en zona testicular, brazos y piernas, con profuso sangrado, con el agravante de que esta persona padece de diabetes, lo que dificulta la curación de sus heridas.
Corina Flores, de 47 años, esposa de la víctima, Julio César Cardozo, relató que “el sábado sobre las 18, mi esposo venía del almacén, con mi nena de siete años y el nieto de dos, en el barrio Tatuses Sur, y al pasar frente a esta casa, ve que el perro cimarrón estaba asomando la cabeza por debajo del portón, que tiene el perímetro cerrado con bloques”.
Agregó que “el perro se escabulló entonces por debajo del portón donde está la zanja para que el auto pueda entrar, corrió y se le vino encima. Cuando mi esposo vio que el animal se le venía al nene lo corrió para atrás y el perro se le prendió de los testículos. Justo en ese momento la señora de esa casa abrió el portón y se le escapó el otro perro, cruza con pitbull, el que atacó a mi esposo y ya en el suelo, se le prendió del cuello, inmovilizándolo y zamarreándolo”.
“Mi nieta salió corriendo gritando ‘mamá, mamá, los perros se comen a papá’ y cuando yo me asomo veo que estaba todo ensangrentado. Salimos con palos, les pegamos con todo, les dimos patadas para que lo soltaran pero no había caso. Aparecieron dos perros más que se abalanzaron sobre los otros y fue ahí cuando lo pudimos sacar a mi esposo”, relató sobre el traumático episodio.
En ese momento, “él se desmayó y una vecina me ayudó”. “Mi otra hija salió corriendo a la calle a pedir auxilio y llamar a una ambulancia para llevarlo, por la forma en que perdía sangre. Un vecino nos auxilió y lo llevamos a emergencias de Comepa, donde fue atendido con la urgencia del caso. El cirujano nos dijo que se salvó porque la mordida llegó a solo un centímetro de la yugular, de acuerdo al corte que tiene. Pero le alcanzó la oreja, el brazo, la pierna y además tiene desgarro de testículos; y los problemas son mayores porque es diábetico”, dijo Flores.
Asimismo, la señora indicó que su esposo trabaja de “changas” en la construcción, pero ahora está parado debido a estas heridas y según le dijeron los médicos tiene para bastante tiempo para recuperarse “porque además agarró infección y día por medio hay que llevarlo a curar”.
Acotó que Comepa hizo la denuncia ante la Policía y que en su caso lo hizo ante la Seccional Segunda. Se enteró además de que al perro cruza con pitbull “lo dieron”, pero que el cimarrón –que fue el primero en atacar– sigue en la casa. Relató que la familia está en una situación muy precaria por esta falta de ingresos y que está buscando asesoramiento legal sobre su situación.