El 98% de las personas encuestadas en nuestro país consume carne, y la mayoría en los hogares

El Instituto Nacional de Carnes (INAC) realizó una encuesta cualitativa y cuantitativa entre los consumidores uruguayos, siendo uno de los resultados más destacados de este estudio, que el 98% de las personas encuestadas consume carne, solo 2% no incluye a la carne vacuna en sus hábitos de consumo y en nueve de cada 10 hogares la carne es un producto de consumo.
El presidente de INAC, ingeniero agrónomo Federico Stanham, señaló que “no hay antecedentes de estudios de este tipo. Nos parecía importante profundizar en estos temas de estudio del consumo de carne vacuna”, dijo en entrevista con Agronegocios Sarandí.
Otro dato interesante que se desprende de esta encuesta es que la carne vacuna es parte de la dinámica de la alimentación familiar. “Es algo que no valoramos ni lo percibimos, pero en otros países esto no es así, consumen carne fuera del hogar, en restaurantes”, señaló.
Puso el ejemplo de Estados Unidos, donde el poder adquisitivo de los consumidores para salir a comer afuera de sus hogares determina qué tan bien está el mercado de la carne. Sin embargo, en Uruguay es algo que está muy ligado al entorno del hogar. “Está en nuestro ADN, es parte esencial de nuestros hábitos”, dijo Stanham.
Durante la elección de compra del ciudadano uruguayo, se puede apreciar que una mitad decide ir a la carnicería y la otra mitad al supermercado, sostiene la encuesta. El estudio también se realizó para conocer la relación del consumo de carne con las percepciones en torno a la salud y la nutrición de la familia. El consumo total mensual de carnes alcanza al 98% de los hogares: 9 de cada 10 hogares no tienen miembros que no consuman carne vacuna; 99% de los entrevistados consume carne vacuna; 7 de cada 10 personas son responsables de compra; 3 de cada 4 uruguayos consume platos con carne vacuna en promedio diario; 8 de cada 10 uruguayos consume carne vacuna al menos 2 días a la semana, y 4 de cada 10 lo hace al menos 4 días por semana. La carne vacuna estuvo presente en el 53% de los almuerzos diarios y en 42% de las cenas diarias.

MOTIVOS
Los principales motivos de consumo de carne vacuna están asociados al gusto de todos los miembros del hogar y a la costumbre de preparación de los platos.
Las principales preparaciones están asociadas a preparaciones caseras: milanesas, guiso con carne, tuco o albóndigas, carne al horno, churrascos y carne a la parrilla. La principal ocasión especial de consumos en las reuniones familiares (66%). De cada 10 ocasiones de consumo, 8 se basan en preparaciones caseras. 86% de las colaciones diarias con carne vacuna fueron realizadas en el hogar.
Agrega que el domingo es el día de mayor consumo de carne vacuna (86% de las personas). La disminución del consumo que se produce de martes a jueves es principalmente explicado por una disminución de las cenas basadas en carne vacuna. La carne picada, que permite la fácil preparación doméstica de gran variedad de comidas, es el producto vacuno con mayor penetración mensual (74% de los hogares). Considerada como relativamente riesgosa.

IMPACTO EN LA SALUD
Los niveles de percepción de impacto negativo de la carne vacuna en la salud son bajos: 11% indicó que la carne vacuna es principalmente o totalmente perjudicial y sólo 1% indicó que sólo tiene perjuicios para la salud.
El 43% de los uruguayos considera que la carne vacuna es principalmente o totalmente beneficiosa y 9% indicó que no tiene ningún perjuicio. El carácter magro de la carne es un motivo de elección para 1 de cada 3 compradores.
Agrega que 8 de cada 10 personas consideran que hay carnes más beneficiosas que la vacuna (principalmente el pescado y el pollo). La mayor parte de las personas que considera preparaciones más perjudiciales de la carne vacuna, identifica como riesgos a una de las preparaciones menos frecuentes, que es la frita.
Los perjuicios a la salud están principalmente asociados a los alimentos procesados o ultraprocesados, y los cortes no procesados presentan un bajo nivel de identificación de riesgo.

CONSUMO NORMAL
A pesar de los altos niveles de consumo relevados, sólo 1 de cada 20 uruguayos considera que su consumo es excesivo. Entre quienes consumen carne uno o más de 3 días a la semana, la mitad considera que su consumo es, como mucho, normal y sólo un 13% considera que su consumo es excesivo.
Acota que 3 de cada 4 personas consideran que 4 platos semanales no representan un consumo excesivo y para 5 platos semanales esa proporción es de 3 de cada 5 personas. La contribución a la salud y la nutrición es un motivo de elección de la carne vacuna apenas para una quinta parte de los decisores de compra. Sólo un 7% de los responsables de compra buscó información sobre las características de los cortes en el último mes.

DECISIÓN EN LA COMPRA
Las características de los cortes para decidir la compra son variadas. La terneza de la carne es el principal criterio de decisión alcanzando a 6 de cada 10 responsables de compra y es más importante entre los consumidores más frecuentes.
El precio alcanza al 54% de los responsables de compra y tiene mayor relevancia entre los consumidores menos frecuentes, quienes perciben un impacto más perjudicial de la carne en la salud humana.
El color de la carne es un criterio para el 46% de los consumidores, principalmente para los consumidores menos frecuentes, las mujeres, los residentes de Montevideo y las personas de nivel educativo medio. El carácter magro de la carne es un criterio para una tercera parte de los decisores y es más indicado entre quienes perciben un impacto más perjudicial de la carne vacuna en la salud, entre los residentes de Montevideo y entre las personas de nivel educativo alto.
La carnicería y el supermercado se reparten en partes iguales la cobertura como puntos de venta de carne vacuna entre los hogares de Uruguay. Las carnicerías presentan mayor cobertura entre los hogares de Nivel Socio Económico (NSE) bajo y entre quienes perciben un impacto más negativo de la carne vacuna en la salud.
Los supermercados, por otra parte, son más preferidos por los compradores de 35 a 59 años, los residentes en Montevideo, los decisores de compra de NSE alto y de nivel educativo medio y alto.