El “chancho jabalí”, una cruza suina que da dolores de cabeza a la producción y la salud

La charla del médico veterinario Gustavo Castro fue seguida con sumo interés.

Con la presencia de especialistas y cazadores de Uruguay y Argentina, se realizó una jornada sobre “Vigilancia sanitaria y control en Jabalíes y cerdos asilvestrados”, con el aporte del médico veterinario Gustavo Castro, técnico del Departamento de Programas Sanitarios de la Dirección General de Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y profesor adjunto del Área Suinos de la Facultad de Veterinaria. El evento contó con el respaldo de la Asociación de cazadores unidos de Paysandú.
El experto explicó las características biológicas del jabalí, la necesaria vigilancia sanitaria, las enfermedades zoonóticas que transmite, algunas con importancia para la salud humana, de otros animales y su impacto económico, las medidas de control y manejo que pueden aplicarse, y explicó los trabajos de investigación en la toma de muestras, donde destacó las que el laboratorio ha recogido en las jornadas de caza de jabalí en Paysandú.

CRUZA CON CERDO DOMÉSTICO
Castro afirmó que el jabalí, si bien ingresó como puro cuando Anchorena lo introdujo a Uruguay junto al ciervo Axis, hoy ya es una cruza con cerdos domésticos ingresados en la época de la colonia por españoles y portugueses que están asilvestrados, pero sigue considerandose una especie exótica invasora y destructiva, ya que tiene impactos negativos en la producción agropecuaria, tanto en plantaciones del sector agrícola como en las majadas ovinas e incluso en vacunos. También interfiere e influye en la sanidad de los animales silvestres, productivos o domésticos.
Dirigiéndose a los cazadores, destacó la importancia que representa la caza organizada para el análisis sanitario de este animal silvestre, ya que los investigadores deben remitirse a las jornadas de caza que se organizan en varias zonas del país –como en Lorenzo Geyres-Queguay– para recoger muestras y analizar la presencia de enfermedades.

PUEDE CONTAGIAR ENFERMEDADES
Al respecto de la vigilancia sanitaria, dijo que en el laboratorio de la Facultad o del MGAP no siempre hay recursos para investigar, pero que se trata de seguir de cerca esta situación ya que hay varias zoonosis vinculadas al “chancho jabalí”. Se refirió específicamente a la zoonosis asociadas a jabalíes y cerdos asilvestrados, y mencionó varias enfermedades, algunas que se contagian al humano y otras que no, como la Leishmania, la tuberculosis, la hepatitis E, la toxoplasmosis, los jabalíes como reservorios de Trichinellosis y también mencionó –aunque no se encontró en Uruguay– la llamada peste porcina africana.
Dijo por ejemplo que la carne de este suino debe cocinarse muy bien, y que en el medio de la pulpa deberían alcanzarse al menos 71º de temperatura para eliminar todos los elementos que puedan ser agresivos –y hasta mortales– para la salud humana.
El jabalí “uruguayo” ya ocupó –invadió– buena parte del Sur de Río Grande, en Brasil, y es un animal que vive y se desplaza en grupos llamados piaras, que pueden ser muy numerosos. Pudo reproducirse fácilmente en Uruguay por el clima favorable y la ausencia de depredadores naturales, y su alimentación es omnívora ya que consumen tanto vegetales como animales que matan o encuentran muertos.

GRANDES PÉRDIDAS ECONÓMICAS
De las explicaciones de Castro, surge que considerando que han ocupado buena parte del país en un número importante, y dado su gran tamaño (a raíz de la cruza con cerdos) y sus hábitos alimenticios, el jabalí produce grandes pérdidas económicas a productores agropecuarios y consecuentemente al país por la matanza de ovinos y destrozos en plantaciones de soja, maíz y arroz y también destruye el tapiz natural de los campos.
Además de la destrucción de parte del sustento económico del país, dijo que se le suma las enfermedades que puede contraer esta especie y que son potencialmente peligrosas para la producción porcina industrial y también para la salud pública, ya que algunas son zoonosis, enfermedades transmisibles al ser humano, destacando que los propios cazadores pueden contraer alguna enfermedad al estar en contacto con el animal, o bien quien consume la carne.
También dijo que la mordedura del murciélago vampiro puede implicar el contagio de enfermedades entre los jabalíes y los animales productivos, particularmente los bovinos, así como que coman la ración de vacas u ovejas, o que tomen agua del mismo abrevadero.
El jabalí es plaga nacional según el decreto del 15 de diciembre del año 1982.