El Banco de la República finalmente se quedó con la vieja planta de Pili ubicada en el centro de la ciudad y el local de enfrente, donde funcionaban las oficinas de la empresa y la cámara de frío. Por su parte, los otros dos inmuebles fueron adquiridos por particulares.
El remate extrajudicial de la liquidación concursal de Pili SA, comprendía cuatro importantes inmuebles en la ciudad, y estuvo a cargo de la firma capitalina Bavastro e Hijos. Desde la firma rematadora explicaron a EL TELEGRAFO que el banco estatal “tenía la hipoteca y defendió el precio de los inmuebles, quedándose con los mismos luego de intensa puja”.
Por la antigua fábrica de Pili, con una superficie terreno de 3.306 metros cuadrados, superficie edificada de 3.363 metros cuadrados, con taller, vestuario, sala de calderas, sala de compresores, el martillo se bajó en U$S 365.000.
En tanto, el gran local y depósito ubicado enfrente a la planta industrial, con 1.245 metros cuadrados, edificados con 6 oficinas, 2 baños, cocina, entrepiso y archivo, presentando una construcción en buen estado, se remató en U$S 271.000. Respecto al local con depósito y fondo, ubicado en Vizconde de Mauá 763, un particular lo adquirió en U$S 71.000, y el local de la esquina y casa en planta alta, fue vendida en U$S 179.000 y comprado también por un particular. Desde Bavastro indicaron que resta rematar el mobiliario que está en los inmuebles vendidos, lo que deberá concretarse antes de fin de año, debido a la necesidad de entregar lo que se remató esta semana.
