A plena tarde, a metros de donde había un grupo de niños jugando a la pelota, dos hombres dirimieron un problema -que arrastrarían desde hacía un tiempo- a los tiros. Sin medir las consecuencias que el hecho podría haber tenido, al ocurrir en la vía pública, uno de los hombres le disparó en la rodilla a otro. El hecho aconteció en las inmediaciones de Diagonal 300 y Horacio Meriggi. El herido, de 21 años, que fue trasladado por la Policía al hospital Escuela del Litoral, vive a una cuadra de la casa del victimario, en una calle paralela que conduce al barrio conocido como La Cubetera, a escasos metros de un centro de INAU al que concurren menores de edad.
Presente en el lugar, EL TELEGRAFO pudo consultar sobre lo acontecido. Vecinos que prefirieron el anonimato, dado que expresaron tener miedo a represalias, indicaron que vieron la secuencia. “Mi hijo vino llorando corriendo porque estaba jugando al fútbol en la esquina y escuchó el ruido. No entendíamos qué había pasado y cuando quiero acordar, veo que pasa (el herido) por acá”, comentó un señor.
La Policía fue alertada vía telefónica, al 911 local, de que habría una persona herida por arma de fuego. De inmediato se hicieron presentes el móvil de la Comisaría Primera y dos motocicletas del Grupo de Respuesta Táctica que se entrevistaron con el herido, que se negó a radicar la denuncia. En tanto, el portador del arma –que se desconoce si cuenta con permisos para ello– estaba dentro de su casa y no salió. La Policía, trascendió, dijo a vecinos que no podían entrar a la casa sin orden judicial, por lo que el asunto finalizó en el traslado del herido en un móvil de la Unidad de Respuesta Policial que colaboró con sus pares.
Por su parte, vecinos consultados explicaron que se trata de una contienda que trae un tiempo. Al parecer (en base a datos extraoficiales) el herido habría concurrido a la casa de su rival hace algunas noches, en compañía de otros sujetos. “Le tiraron la puerta abajo y él (por el victimario) se la juró”, dijo otro vecino de la zona. “No sabemos qué pasó pero dijeron que este gurí pasó y lo insultó al otro que estaba en la casa. Entonces el hombre salió con un arma y le pegó un tiro en la rodilla”, contó.
Si bien los vecinos se negaron ante el pedido de los uniformados de denunciar o, al menos, atestiguar sobre lo que pasó, se supo que una persona se presentaría en la comisaría ante el temor de que “cualquier loco ande a los balazos a plena tarde donde andan niños”.