Uruguay cerró su participación en los Juegos Panamericanos de Lima con una cosecha de nueve medallas, la misma cantidad que sumó 64 años atrás, en México 1955.
El mayor número de preseas conseguidas por Uruguay fue en 1963, en Sao Paulo, con 12. Y en Lima cosechó cuatro más que en la anterior edición, Toronto 2015.
La delegación celeste en Perú fue la más grande de la historia en unos Juegos Panamericanos, y más allá de las medallas logradas la actuación fue más que positiva, teniendo en cuenta que en varias disciplinas se pudo pelear al más alto nivel, y en varios casos se escapó la medalla por muy poco.
En cuanto a las preseas conseguidas en Lima 2019, vale remarcar que la cosecha comenzó con la medalla de bronce conseguida por el boxeador Lucas Fernández, que terminó en el cuarto puesto.
Al premiarse en los deportes de combate hasta esa posición, Fernández logró (con una pelea ganada) una medalla para el boxeo celeste tras 32 años.
Julián Schweizer, que hace cinco años se radicó en Costa Rica con el objetivo de ser profesional, le dio a Uruguay una medalla de plata en surf, lo que permite comenzar a transitar un camino más que interesante. Hasta ese momento podría decirse que ambas medallas eran sorpresa. No así con las que lograron los atletas Déborah Rodríguez y Emiliano Lasa, en los 800 metros y en salto largo, respectivamente, y en ambos casos de color bronce.
El remo era otra de las disciplinas que en lo previo podía soñar con subir al podio. Y fue el Cuádruple Par conformado por Leandro Salvagno, Bruno Cetraro, Marcos Sarraute y Martín González, el que terminó por darle a Uruguay nada menos que la única medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima.
Mientras Camila Naviliat y Jimena Miranda fueron plata en pelota de goma y sellaron una actuación prácticamente redonda, la vela volvió a pisar fuerte. Ricardo Fabini y Florencia Parnizari fueron plata en Snipe, mientras que medalla del mismo color se llevó Nicolás Landauer en foiling kite.
La sanducera Dolores Moreira arañó la medalla de bronce pero terminó cuarta en Laser Radial, realizando una excelente campaña si se tiene en cuenta cuáles fueron las condiciones climáticas de los últimos días de competencia.
Y el cierre de la cosecha llegó el último día de competencias, horas antes de la ceremonia inaugural. Fue una medalla de bronce en karate, que llegó por intermedio de Maximiliano Larrosa, que confirmó su buen momento.
El balance en los Juegos fue positivo. Y de a poco, el deporte celeste va avanzando pese a las dificultades y dentro de sus posibilidades.
La prueba está que en Lima los deportistas fueron competitivos, más allá del medallero. Y no es poco.
