La Justicia envió a prisión por seis meses al sujeto que ingresó a una finca con intenciones de hurtar y agredió al dueño de casa al verse descubierto, así como a su secuaz que lo esperaba en la calle a bordo de una moto, a quien le impusieron medidas cautelares. Durante la situación había resultado herido tanto el damnificado como un policía que logró retener al malviviente contra una reja.
Como se informara oportunamente, el hecho ocurrió próximo a las 9.30 del martes en la zona de plaza Bella Vista. El dueño de casa se encontraba en su dormitorio cuando sintió ruidos extraños provenientes de la cocina. Al asomarse notó la presencia de un desconocido que, a cara descubierta, pretendía hurgar entre las pertenencias de la familia. Con intenciones de defender su patrimonio, el dueño de casa le gritó, ocasión en que el delincuente, poseedor de 12 antecedentes penales, se lanzó hacia él. Mientras esto ocurría, su secuaz lo esperaba en la vereda en la moto.
Los vecinos llamaron al 911 y un móvil se hizo presente. En primera instancia abordaron al hombre que estaba en la vereda, R.D.R.V, de 35 años, quien indicó que estaba esperando que llegara una persona para cobrar un trabajo. En ese momento, un testigo dijo que había visto a otro hombre –que llegó en la moto– saltar la reja de la finca. Al encontrarse la puerta trabada, los uniformados –que ya habían esposado al secuaz– hicieron una inspección y solicitaron refuerzos, ya que escucharon que una persona pedía auxilio.
Sabiendo que dentro de la casa la situación era violenta, uno de los cabos de la Unidad de Respuesta Policial –que arribó en un patrullero junto a una compañera– decidió ingresar. Notó que podía trepar un muro de unos tres metros de alto, lindero a la finca. Si bien la altura era importante, se lanzó hacia el patio de la casa para poder dar con el delincuente.
En ese momento vio que una reja trancada le imposibilitaba pasar y que el ladrón, posteriormente identificado como Jonathan Alberto Cardozo Gallardo, de 30 años, estaba golpeando al dueño de casa, que intentaba defenderse. El uniformado le pidió al señor que tratara de empujar al delincuente hacia la reja, donde finalmente le dio alcance con sus brazos y lo retuvo hasta que un compañero ingresó a esposarlo.
LO AMENAZÓ CON CORTARLO
Una vez controlada la situación, la Policía tomó datos al dueño de casa, de 49 años, quien manifestó que se estaba levantando cuando escuchó ruidos similares al forzamiento de una reja. Al salir se encontró con el desconocido que comenzó a amenazarlo diciéndole: “Dejame salir o te corto”. Además, le indicó que afuera estaba su “compañero” armado, por lo que exigió que lo dejara fugarse por el fondo. En ese momento se trabaron en lucha hasta el arribo del cabo de URP. En tanto, dio cuenta que habían daños en una reja de acero de aproximadamente cuatro metros por dos, ubicada al frente de la casa, por donde se presume que entró Cardozo Gallardo. Éste cuenta con un vasto historial delictivo desde 2008, habiendo estado procesado (por el antiguo Código Penal) en doce ocasiones, once por delitos de hurto y una por una rapiña perpetrada en 2015.
Durante el procedimiento fue incautada una motocicleta Asaki, con chapa matrícula, que no estaba requerida. En tanto, en el marco de las averiguaciones, la Policía dio con el titular de la propiedad quien expresó que la había vendido hacía unos años a un taller ubicada en bulevar Artigas y Andresito.
Elevados los antecedentes a Fiscalía y una vez en la órbita penal se resolvió la formalización de la investigación y posterior juicio abreviado a Jonathan Alberto Cardozo Gallardo, condenado por un delito de hurto especialmente agravado en grado de tentativa y un delito de lesiones personales, imponiéndole como pena 6 meses de prisión efectiva en el INR local.
Por su parte, R.D.R.V. fue formalizado por un delito de hurto especialmente agravado en grado de tentativa en calidad de cómplice y la suspensión condicional del proceso bajo la obligación de fijar domicilio y no mudarse sin previo aviso a Fiscalía; presentarse ante la comisaría de su jurisdicción dos veces por semana; y la prohibición de acercarse a la finca del denunciante por el término de 90 días.