La Sudamericana mató a la Copa Uruguay

Lo tomó mal. El fútbol del Interior puso el grito en el cielo luego de que el Consejo de Liga Fútbol Profesional votara negativamente a la realización de la Copa Uruguay, que nuclearía al profesionalismo del fútbol uruguayo y al amateurismo, tanto inmerso en la propia AUF como en OFI.
Rápidamente aparecieron las reacciones a flor de piel, y se llegó a sugerir que no se darían más pases desde el Interior a los clubes que votaron negativamente; que el tema iba a ser denunciado ante Conmebol, o que se pedirá al Ejecutivo de la AUF rever la situación.
Mientras tanto, en diferentes medios de prensa nacionales autoridades de OFI anunciaron que recién el martes se reunirán con el representante del fútbol del Interior en el Ejecutivo de la AUF, Fernando Sosa, para conocer de primera mano lo sucedido.
Hay algo que está claro, y que salta a la vista en el propio estatuto de la AUF, exigido por FIFA y que hasta derivó en la intervención de la Asociación cuando estos mismos clubes que profesionales no estaban dispuestos a votarlo: es el Congreso el que debe aprobar o no la disputa del nuevo campeonato, que involucra a todas las partes que integran el Congreso.
Sin embargo, fue el Consejo de Liga de Fútbol Profesional el que tomó la determinación de darle la espalda al proyecto.
El tema tendría que haber sido resuelto por el Congreso. Y si éste definía pasarlo a otra órbita, la situación era otra.
OFI debería denunciar rápidamente la situación. Y no solo por la Copa Uruguay, sino porque cualquier otro aspecto que le sea de interés podría entonces, con este precedente, dejarla afuera de la toma de decisiones. Por estatuto, por ejemplo, todos los miembros están obligados a ser de la partida en los torneos que organice la AUF. Y por estatuto, el Congreso “es el órgano al que se convoca en legal forma a todos los Miembros de la AUF. Constituirá la autoridad legislativa suprema de la AUF”.
Más claro: la Liga Profesional solo tiene injerencia en sus propios temas.
Es decir que, por estatuto, el tema debió pasar por un Congreso. Y allí, en el caso de OFI, debería encontrar socios para que la votación fuera positiva a sus intereses, luego de que su Ejecutivo cediera un voto a la hora de negociar el estatuto hoy en vigencia. Pero esa es otra historia, nunca explicada.
¿Qué tiene que ver la Copa Sudamericana en todo esto? Que buena parte de la gente que trabajó en la diagramación de la Copa Uruguay (jugadores, técnicos, árbitros, OFI y AUF) entendía que el tema debía ser definido por Congreso. Pero un informe del asesor jurídico de la AUF, Guillermo Piedra Cueva, el que cambió las reglas de juego: y fue por el premio estipulado para el campeón de la Copa Uruguay, es decir la clasificación a la Copa Sudamericana, indicando que eran del fútbol profesional y que éste debía definir.
Según establece Conmebol, Uruguay tiene destinados cuatro cupos a la Sudamericana. Y en el reglamento del torneo habla de equipos representativos, no de clubes profesionales. Por lo tanto, los cupos para el torneo internacional son de la AUF, y no del Consejo de Liga de Fútbol Profesional.
“Es la creación de una copa nueva y lo que pasó es que no se aprobó ceder el cupo a la Sudamericana, que era el premio de la Copa. Después se negaron por los costos y lo que se dijo. Pero el envío al Congreso era posterior a que el fútbol profesional cediera el cupo de Sudamericana, que era el premio”, se dijo a EL TELEGRAFO por parte de una de las personas que trabajó en la diagramación de la Copa Uruguay. Claro: se hizo al revés. Y se aferraron a que si bien es AUF la que determina cómo se reparten los cupos a los torneos internacionales, “ya están asignados en el reglamento del Campeonato Uruguayo”, según se agregó.
OFI debería moverse rápidamente y plantear la reconsideración del tema por motivos reglamentarios, que son clarísimos. Es más: hay integrantes de FIFA, que trabajaron en el estatuto de AUF, que no daban crédito a lo votado por los clubes el jueves.