Los clubes de la costa sanducera intentan acomodar el cuerpo a la desconocida situación. La emergencia sanitaria por el coronavirus y las medidas adoptadas por el gobierno comienzan a sentirse en el aspecto económico dado que las actividades se restringieron prácticamente a la nada.
Y, además, reina la incertidumbre.
Mientras dirigentes del Remeros anunciaron que enviaron al seguro de paro a sus profesores, y se evaluaba cerrar las puertas del club, el Pescadores y el Yacht Club también suspendieron sus actividades deportivas, aunque en este caso se optó porque parte del personal adelantara la licencia reglamentaria. Específicamente en cuanto al Pescadores Oscar Pinna, su presidente, explicó que “no hemos tomado medidas severas, aunque no se sabe qué va a pasar y cuánto tiempo durará todo esto”. En este sentido, confirmó lo adelantado por EL TELEGRAFO en cuanto a que se paralizaron las actividades de remo y sipalki, y que en cuanto al personal del club se optó por recurrir a la licencia anual.
“Hay seis personas trabajando en el club, y por ahora optamos por adelantar la licencia a una de ellas. Trabajo hay, aunque ya la actividad de los fines de semana no es febril, por esta situación pero sobre todo por la época del año”, expresó, y remarcó que en épocas duras los socios siempre han respondido. “Esto es nuevo para todos, pero durante las inundaciones siempre hemos tenido la respuesta de los socios, a pesar de que no tienen beneficios”, por lo que se espera que esa fidelidad se mantenga.
En tanto, se tomaron algunas medidas como restringir el uso del salón de fiestas y los quinchos. Además, se resolvió que solo se podrá usar la rampa del club el socio, su cónyuge e hijos, no estando habilitada la concurrencia de invitados. Y en el caso de salir al río en chalana del club, el máximo de personas por embarcación será de dos, con la misma limitación.
