Un guichonense partió a caballo desde Rivera para acompañar al presidente

El guichonense Gerardo Cabrera salió el 15 de febrero de Rivera hacia Montevideo a caballo para formar parte del desfile que acompañará al presidente Lacalle Pou.

Motivado por la esperanza que le representa tener un presidente de su filiación política, el guichonense Gerardo Cabrera será uno de los más de mil jinetes que participarán de la marcha por avenida Libertador desde el Palacio Legislativo hacia la plaza Independencia. Partió el 15 de febrero desde Rivera, donde está radicado desde hace unos años, y aguarda en el Rancho de Oribe para poder formar parte de los escoltas a caballo que irán detrás de Lacalle Pou.
“Vivo en Rivera desde hace un tiempo, aunque en realidad la zona de Vichadero fue el lugar de crianza de mi padre”, dijo a EL TELEGRAFO. Sobre la osadía de salir a caballo, Cabrera dijo que se trató de una iniciativa “por el triunfo y el apoyo que le queremos dar a Luis en este nuevo país que soñamos”.
“Largamos 19 jinetes que somos amigos y todos teníamos la misma promesa: que si ganaba el Partido Nacional vendríamos a caballo a Montevideo. Vinimos haciendo etapas y llegamos el 27 de febrero al Rancho de Oribe, en Rincón de Melilla, donde estamos acampados”, comentó.
La marcha se realizó sin problemas. “Fue algo inolvidable. Hay que vivirlo para poder contarlo. Íbamos parando al mediodía y a la noche, donde llegarámos. En cada lugar tuvimos una excelente recepción de la gente, algunos conocidos que sabían que íbamos marchando y otros que se iban enterando y nos salían al cruce. Conseguían nuestros teléfonos, se ponían a las órdenes. Felizmente no tuvimos ningún inconveniente. Pasamos un poco de calor al inicio y después se nos vino el frío, una neblina importante un día, pero después fue todo especial”, dijo el guichonense.
El trayecto de 500 kilómetros contó además con el apoyo de otras personas. “Venía un camión acompañándonos con la cocina, con los implementos para los caballos, herraduras, botiquín veterinario y uns tres o cuatro camionetas con tráiler que –a veces– traían algún caballo que no viniera marchando o por si había algún problema y ya en el momento se podía subirlo y asistirlo”, dijo Cabrera al llegar al predio de la Rural del Prado anoche.