La planta de ALUR parará tres meses; están sobrando combustible y etanol

El directorio de ANCAP decidió el cierre provisorio de la refinería de La Teja por un mes y de la planta de ALUR en Paysandú por tres meses, ante la menor demanda de nafta -y por consiguiente de etanol- cuyas ventas bajaron un 28% entre enero y abril.
La noticia que fuera brindada en Montevideo por el presidente de ANCAP, el ingeniero industrial Alejandro Stipanicic, fue confirmada a EL TELEGRAFO por el subsecretario de Industria, Walter Verri, señalando que el cierre anunciado por ANCAP “no es definitivo, eso debe quedar claro, y no se afecta a los trabajadores, esto está dirigido a la buena administración y a la continuidad del trabajo”.
Concretamente, dijo que “en La Teja se va a parar aproximadamente un mes, entre fines de junio y la primera semana de agosto, porque tenemos dos embarques de petróleo crudo en curso que tendremos que recibir”, mientras que “en junio va a cerrar la planta de ALUR en Paysandú, y va a seguir manteniendo la producción la de Bella Unión, porque la caña ya está comprada y hay que procesarla”.
Especificó que “la planta de ALUR Paysandú se va a paralizar por tres meses o tal vez menos, algo que ya está arreglado con el sindicato, sabiendo que es una paralización transitoria debido a las circunstancias, porque no hay capacidad para seguir almacenando el combustible, y Paysandú genera etanol que se mezcla con las naftas”.
Justificó el hecho en cuanto “hubo un descenso importante en el consumo de gasolinas fruto de la paralización a raíz de la pandemia”.
En cuanto a los trabajadores de ALUR, que si bien Ancap es su accionista mayoritario es una empresa privada como “sociedad anónima”, el subsecretario dijo que “el primer mes cobran su salario normal, y luego van dos meses al seguro de paro. En el caso de los funcionarios de ANCAP en la refinería de La Teja, “son funcionarios públicos y cobrarán su sueldo”.