Gonzalo Sueldo, integrante de la Cámara Uruguaya de Gimnasios y Afines, manifestó la preocupación de la organización con respecto a la situación que viven los gimnasios de todo el país ante las medidas adoptadas por las autoridades nacionales en virtud de la emergencia sanitaria.
“Estamos intentando trabajar con el gobierno para mejorar la industria en general”, remarcó quien indicó que en todo el país hay aproximadamente unos 800 gimnasios que luchan por subsistir.
“Estamos preocupados por la situación que estamos viviendo y por lo que se viene, porque si bien es un rubro que está en auge, vemos gimnasios por todos lados, con formalidad e informalidad, de este rubro dependen muchas personas”, destacó.
Sueldo dijo que se está ante la encrucijada de abrir o no, “y algunos abrimos más que nada por necesidad, y entendiendo (en el caso de Paysandú) que no hay casos positivos en el departamento, y tomando en cuenta el protocolo” realizado por la Cámara.
Ahora, si bien “sigue la exhortación a no abrir, lo hacemos en base a las recomendaciones del Ministerio de Salud Pública” para intentar evitar el contagio de coronavirus.
Sueldo contó que en algunos puntos del país la Policía se ha acercado a algunos gimnasios ante denuncias, “pero en realidad podemos tener abierto el negocio” al no regir una prohibición.
“Quedó en manos de la voluntad de las personas. En marzo cerraron la mayoría, entendimos al gobierno, pero pensamos que serían un par de semanas. Pero si siguen cerrados van a desaparecer muchos. Y los que abrimos estamos viendo reducida la rentabilidad porque mantenemos distancia entre los usuarios, hay que agendar turnos y ha vuelto el 35 por ciento de los socios que se manejaban, pero venimos con uno o dos meses de gastos corriendo igual”.
Según explicó, en la Cámara de Gimnasios “no cayó bien que desde la Secretaría Nacional del Deporte se dijera que los gimnasios eran punto de contagio”, porque “pueden ser una vía de educación para llevar adelante los protocolos”. Y, además, se entiende que “los gimnasios son agentes de salud, porque mucha gente necesita hacer ejercicio físico para estar más fuerte y afrontar de una mejor forma a las enfermedades”.
Lo que está claro es que los perjuicios económicos han sido importantes. “Estamos abriendo por retrasos económicos, pero tomando medidas”, dijo Sueldo. Y agregó que “la Cámara quiere trabajar en conjunto con el gobierno”, porque “no queremos cerrar y tener un subsidio”, sino “trabajar como cualquier otro rubro”.
“Hay gimnasios que están cerrando, otros que si no abren en junio deberán cerrar. Necesitamos respirar tranquilidad en estos meses de pandemia. Y que las órdenes sean más claras, además de que los gimnasios puedan verse como beneficiosos para la salud y que quienes trabajamos lo hacemos siguiendo medidas de seguridad”, remarcó.
