Presidente Lacalle Pou asistió como oyente a la primera jornada de votación de la Ley de Urgente Consideración

El Senado tiene hasta este domingo para aprobar el texto de la LUC, tras lo cual será remitido a la Cámara de Diputados, que cuenta con 30 días para su discusión.

(EFE)
El presidente Luis Lacalle Pou acudió este miércoles al Senado para asistir “como oyente” a la primera jornada de análisis, discusión y votación de la Ley de Urgente Consideración (LUC), cuyo plazo de aprobación concluye el 7 de junio.
El mandatario, que no quiso hacer declaraciones, comentó que solo fue “como oyente” a presenciar el debate en la Cámara Alta. El Frente Amplio votó en contra del proyecto general, aunque sí apoyará varios artículos que fueron modificados en Comisión, anunció el senador Charles Carrera.
“No estamos de acuerdo con esta forma de legislar”, denunció Carrera sobre el rótulo de Urgente Consideración del proyecto, que obliga al Parlamento a su tratamiento en un plazo inferior a 90 días. El Ejecutivo envió el proyecto al Parlamento el 23 de abril y, desde entonces, la Comisión creada para su discusión recibió a unas 160 delegaciones, modificó 330 artículos –muchos de ellos por motivos formales o administrativos– y eliminó 35.
Uno de los puntos más polémicos fue el relativo a la seguridad pública y la legítima defensa policial, sobre el que Carrera denunció que la ley “apuesta por implementar el uso de la fuerza irracional por parte del Estado”.
Desde el FA también criticaron que la LUC no incluyera ninguna medida referente a la emergencia sanitaria que se vive desde el 13 de marzo por el coronavirus.
Por su parte, el senador del PN Gustavo Penadés aseguró que “todo el mundo que quiso criticar lo pudo hacer” y defendió la urgencia de los asuntos tratados en el articulado, que en más del 50% fue aprobado por unanimidad en Comisión. “El quietismo no va con nosotros”, subrayó Penadés, quien negó que la LUC suponga una “marcha atrás en derechos adquiridos”, como afirmó la oposición.
El Senado tiene hasta este domingo para aprobar el texto, tras lo cual será remitido a la Cámara de Diputados, que cuenta con 30 días para su discusión. Después, volverá a la Cámara Alta para estudiar las modificaciones y, si se mantienen las diferencias, el proyecto pasa de manera automática a la Asamblea General, que cuenta con 10 días para su aprobación definitiva.

RELEVAN DEL CARGO A COMANDANTE

(ECOS-LA RED 21-SUBRAYADO)
El ministro de Defensa, Javier García, comunicó que el gobierno decidió relevar del cargo al comandante de Infantería de la Marina de la Armada Nacional, Marcos Saralegui, tras el triple homicidio de los infantes en el Cerro. Su lugar será ocupado por el capitán de navío Rodolfo García, que asumirá el cargo hoy jueves luego que una investigación primaria adelantara que hubo omisiones en los controles de la base de destacamento. Este miércoles, el secretario de Estado concurrió a la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados e informó que se dio inició a una investigación administrativa para determinar posibles fallas en el funcionamiento del lugar donde ocurrieron los crímenes.
“Se falló en cuidar a quienes nos cuidan”, lamentó García en rueda de prensa al salir del encuentro, y precisó: “Se delega el mando, no la responsabilidad”.
Según el ministro, se determinó que entre las 20 horas del pasado sábado y el posterior descubrimiento de los cuerpos en la mañana del domingo no hubo ninguna recorrida así como tampoco comunicaciones radiales.
En este sentido, García se mostró muy preocupado con las fallas que se comprobaron en primera instancia en el protocolo. El asesino de los marinos era compañero de sus víctimas hasta el mes de marzo cuando fue separado de la fuerza por problemas con las drogas.
La principal hipótesis de la Policía y la Fiscalía se basa en que el acusado conocía a los tres marinos y les mintió asegurando que no tenía donde pernoctar. Les pidió por eso que lo dejaran dormir en el predio y estos le abrieron voluntariamente: no se encontraron indicios de entrada forzosa en el portón ni las aberturas de la vivienda.
Según la tesis, compartieron un largo rato en el living de la casa con dos de las víctimas. Luego se dirigió a una habitación donde estaba el tercero dormido y le robó el arma que usó para matarlos a los tres.
El imputado guardó silencio y se negó a hablar ante la fiscal, pero sus palabras no fueron necesarias para que los investigadores lo ubicaron en la escena: sus huellas quedaron en el picaporte de una puerta interna del puesto militar que da a la pieza donde dormía uno de los militares asesinados. Para la Fiscalía está claro: el móvil de las ejecuciones fue el robo de las pistolas para su posterior venta.