Analizan las respuestas biológicas y económicas del uso de la suplementación para la recría invernal

En la búsqueda de alternativas tecnológicas que mejoren el proceso de recría invernal bovina sobre campo natural, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), desarrolla una serie de trabajos de investigación y transferencia de tecnología que analizan las respuestas biológicas y económica del uso de la suplementación.
El informe elaborado por los ingenieros agrónomos Fabio Montossi, del Programa de Investigación en Producción de Carne y Lana y Juan Manuel Soares, de la Unidad de Economía Aplicada, sostiene el uso y manejo del Campo Natural Diferido (CND) que permite levantar las restricciones tradicionales de la recría bovina en el período invernal.
La suplementación que se realiza en forma restringida e infrecuente mediante el uso de comederos de autosuministro permite ahorrar tiempo, recursos y se adapta a la nueva realidad del sector y de la sociedad, mientras que se cumplen con los objetivos de recría invernal de terneros y terneras.
Las mejores respuestas biológicas a la suplementación se obtienen con niveles de 0,8-1,0% PV y con eficiencia de conversión 5-6 kilos (grano/subproducto) por kilo de Peso Vivo (PV), donde se destaca la alternativa del afrechillo de arroz entero y sin desgrasar frente a otras opciones alternativas.
La información proveniente de la investigación provee coeficientes tecnológicos y económicos que permiten a técnicos y productores evaluar el potencial del uso de las tecnologías propuestas según las particularidades de los sistemas productivos, escenarios de precios y mercados, expectativas y motivaciones de los productores, etc.
Las pérdidas de peso (10-20%) que normalmente ocurren sobre campo natural en el primer año de vida de terneras y terneros, tienen, entre otros, una serie de implicancias negativas sobre; edad de la faena, edad al primer entore, eficiencia productiva y productividad, calidad de canal y carne, vida productiva de animal, huellas ecológicas (gases de efecto invernadero y agua) e ingreso económico.
Esta situación es parte de la realidad de la ganadería extensiva y semi-extensiva del norte del país (Basalto y Areniscas), donde se concentra más del 40% de las vacas entoradas y de los terneros nacidos y donde el 50% de los terneros nacen en predios cuya base forrajera es el campo natural.
Por ello la importancia de la búsqueda de alternativas tecnológicas que mejoren el proceso de recría invernal bovina. Deben contemplar las potenciales limitantes asociadas a la disponibilidad, tiempo o calificación de la mano de obra, así como aspectos que hacen a la practicidad y costos en los establecimientos ganaderos.
INIA Tacuarembó desarrolla una serie de trabajos de investigación en suplementación invernal, que incluyen: sistemas de suplementación (equipamiento y frecuencia de suministro), nivel y tipo de suplemento, y forma de presentación. Los objetivos productivos generales planteados para el desarrollo de estos trabajos de investigación, apuntan a lograr el entore de las vaquillonas a los 24-26 meses de edad con un peso vivo (PV) entre 300-320 kilos y la faena de novillos con 27-30 meses con un rango de 500-530 kilos.
Los efectos positivos en productividad e ingresos a nivel predial fueron evaluados y documentados por INIA. El foco de la propuesta para alcanzar estas metas está asociado al cumplimento de ganancias y pesos vivos objetivos durante el primer año de vida del ternero o ternera: i) terneras (ganancia de 250-350 gramos por día con PV finales al invierno de 170-180 kilos y ii) terneros (ganancia de 500- 700 gramos por día con PV finales al invierno de 200-220 kilos).