La baja de la temperatura en esta región del continente sudamericano impedirá por varios días que la manga de langostas que se encuentra actualmente en los accesos de la ciudad de Federación, provincia de Entre Ríos, vuelva a volar grandes extensiones, por lo menos hasta el 3 de agosto.
En la víspera se desarrolló una reunión de productores de la zona en donde se encuentran, por la presencia de la plaga que cuando baja a tierra ocupa aproximadamente un kilómetro cuadrado (unas 1.000 hectáreas de campo), pero fundamentalmente para conocer el impacto que puede tener la aplicación sobre la manga para diezmarla.
Es que en esta oportunidad se encuentra en una zona considerada “muy complicada”, por la cercanía de un centro poblado y porque lo hicieron en una plantación citrícola y monte de eucaliptos, por lo que debe analizarse muy profundamente si se realizan aplicaciones.
De todas maneras, según dijo a EL TELEGRAFO Lucio Amavet, secretario de Agricultura y Ganadería de la provincia, concretamente “están ubicadas al oeste de ruta 14, en el acceso a Federación, y el miércoles a la tarde productores citrícolas realizaron aplicaciones en quintas”, acotando que “por las condiciones meteorológicas que reinan en el lugar, no se puede volar para hacer aplicaciones”. El miércoles la manga de langostas, que estaba más al sur, voló entre 30 y 40 kilómetros al norte de la provincia, pero manteniéndose a unos 22 kilómetros en línea recta con el río Uruguay, a la altura del departamento de Artigas.
De todas maneras, en Uruguay no se bajan los brazos y las autoridades están muy atentas a lo que sucede en Argentina, aguardando cómo se comportarán los vientos cuando aumente la temperatura, lo que de acuerdo a las predicciones climáticas se puede generar el primer lunes de agosto.
En la víspera, quienes siguen muy de cerca la situación indicaron a EL TELEGRAFO que a pesar de que habitualmente vuelan por mayor tiempo con temperaturas superiores a los 22 a 23 grados, también lo pueden hacer con poco más de 17 grados, aunque en este caso se trata de vuelos muy cortos.
Se estima que la manga de langostas que se encuentra en la provincia de Entre Ríos está conformada por más de 3.500.000 ejemplares (cada una come habitualmente 15 veces más de su peso), y que en vuelo –a unos 20 a 30 metros de altura– abarca un radio de unos 10 kilómetros.
Y si una manga de langostas preocupa, en Argentina ya se activaron también todas las alarmas al haber ingresado esta semana otra manga desde Paraguay, que comenzó a avanzar hacia el sur.
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