Estudio revela “buena calidad” del agua en principales cursos del departamento

El río Queguay presenta la mejor calidad de agua dentro de los cursos estudiados.

Los parámetros físico-químicos registrados en ocho cursos de agua del departamento fueron en general “todos aceptables”, lo que indica “una buena calidad del agua”, según un estudio elaborado por la Unidad de Gestión Ambiental de la Dirección de Higiene de la Intendencia sanducera.
El reporte, que iba a ser presentado en el Centro Universitario Paysandú (CUP) pero que la pandemia del COVID-19 lo impidió, tuvo el liderazgo de Mercedes Paradiso, bióloga y directora de Higiene, y contó con la colaboración de Evelyn Flores y Gisella Fachín.
Para el análisis se seleccionaron ocho cursos –entre ellos, 14 puntos diferentes– que representan tres cuencas “importantes” del departamento: arroyo Negro-arroyo Rabón (tres puntos); arroyo Sacra-arroyo San Francisco (tres puntos); río Queguay Grande-río Queguay Chico (cuatro puntos); y arroyo Malo-arroyo Guaviyú (cuatro puntos).
“Los nutrientes analizados indicaron valores bajos de compuestos nitrogenados y altos de fósforo total. Estos últimos superan ampliamente el límite máximo aceptable (25 microgramo por litro); sin embargo, esto coincide con la mayoría de los valores encontrados en el resto de cuerpos de agua del país”, asevera el estudio científico.
El texto también destaca que “los valores microbiológicos fueron más elevados en los cursos suburbanos (Sacra y San Francisco) en verano. Esto se asocia con mayores temperaturas y presencia de tambos y chiqueros”. En tanto, “los análisis de agroquímicos que se realizan desde 2017 en invierno y verano en seis cursos seleccionados, dieron valores en general por debajo del límite de detección y en los restantes dieron valores de concentraciones extremadamente bajas”.

ENTRE EL SACRA Y EL QUEGUAY

“La calidad del agua en general está dentro de los máximos y mínimos aceptables por la ley nuestra, de acuerdo al decreto 253 de la Dinama (Dirección Nacional de Medio Ambiente), que establece cierta calidad para los cursos de agua”, dijo Mercedes Paradiso a EL TELEGRAFO.
En línea con lo explicado en el informe, la directora de Higiene de la Intendencia subrayó la “diferencia” que existe entre el Sacra y el San Francisco respecto a los otros arroyos y ríos sondeados. Esos dos cursos de agua son los de peor resultado debido a los “muchos coliformes fecales, y a la cantidad de fósforo y de nitrógeno”.
“Los cursos de agua cuanto más cerca de la ciudades, más impacto tienen, al llegarles aguas servidas, arrastres de basura y sólidos fecales. También vimos que tanto en la cuenca del Sacra como del San Francisco hay algunos emprendimientos como tambos y chiqueros, que tienen efluentes con mucha carga de nutrientes”, añadió la bióloga.
Por contraste, el río Queguay se expone como el de mejor calidad de agua. “En todos los parámetros físico-químicos analizados, es el que más oxígeno disuelto tiene, el de menos nutrientes, menos fósforo, menos nitrógeno”, subrayó Paradiso. “Lo quiero resaltar porque vale la pena conservarlo, y eso viene muy de la mano de la actividades productivas que permitamos que se desarrollen o no. El monte nativo que tiene el Queguay en su rivera funciona como protector de ese curso de agua. Si empezamos a talar para usar la madera para leña o liberar tierra para sembrar y remplazar el monte nativo ribereño –que funciona como filtro para el arrastre–, vamos a afectar la calidad del agua”.
En cuanto a la utilización de los agroquímicos, en especial del glisofato –cuyo uso se ha expandido de forma exponencial en los últimos años–, dijo que “por suerte” todavía no se observa su impacto en el agua. Sí podría notarse en otro tipo de reporte, si se llegara a analizar los sedimentos. “Ese sería un buen indicador” para conocer la incidencia de los agroquímicos, concluyó la jerarca.