La estética exterior se mantuvo perfecta, pero la mecánica se hizo a medida del dueño

Toda la prestancia de un auto que ya cumplió 51 años.

Por fuera, es un Peugeot 404 totalmente original de 1969, aunque por dentro ha sufrido varias innovaciones, tanto en la mecánica como también en la cabina. Si bien ya va por el cuarto dueño, el auto “se mantiene con muchas cosas originales”, dijo a EL TELEGRAFO su orgulloso propietario, Washington Maristán.
No obstante, dijo que “sufrió cambios en las butacas, tiene cuenta vueltas central, tiene otro volante ya que el original estaba quebrado, y si bien no le quise sacar la radio original, le agregué otra” más moderna.
La carrocería, por su parte, “se mantiene totalmente original; las luces, señalero, paragolpes, las cerraduras andan todas bien”.
Un detalle no menor es que “se le cambió casi todo lo interno del motor, conservando prácticamente la parte exterior por estética, y también tiene una nueva caja de cambios con cuarta y palanca al piso (el original trae al volante) de un Peugeot 505”.
“Y después reformamos partes del motor, cambiamos el cigüeñal, la tapa de cilindros y un nuevo tubo de admisión. Tenía un carburador de una boca y se puso otro más grande de dos bocas, aunque conservando el filtro de aire, manteniendo la estética”.
También trabajaron en el diferencial y el cardán, por lo que “uno lo mira y está idéntico, pero tiene muchos cambios internos”.
Para hacer los cambios que entendía necesario, Washington contó con la colaboración de su padre, Roberto, y su hijo Andrés, además del apoyo de su esposa Rafaela y su otro hijo, Paulino. Sobre el uso que le da, es “de casi todos los días, de uso normal, se hizo para andar”.