Lo corrieron hasta la Policlínica Nueva York, donde le dispararon

Un hombre de 24 años resultó herido de al menos un balazo en el tórax en un caso que aparentemente tendría vinculación con la venta de drogas al menudeo, aunque las causas aún no han sido dilucidadas. El agresor, en tanto, fue detenido y formalizado por homicidio agravado en grado de tentativa y enviado a la cárcel.
El hecho ocurrió en la mañana de la víspera en las inmediaciones de Silverio Martínez y Zelmar Michelini, a escasos metros de la Policlínica Nueva York que, a raíz de este episodio de violencia, permanecerá cerrada. Se procurará, de acuerdo a lo manifestado por la directora de RAP, doctora Lourdes Suárez, contratar servicio 222 de la Policía o bien de una empresa privada particular.
Datos recabados por EL TELEGRAFO permitieron saber que a las 10, mediante llamado al 911 local, la Policía fue alertada de un posible herido con arma de fuego. La comunicación fue realizada desde la policlínica donde se encontraban al menos diez personas que no salían de su asombro. Es que mientras se estaban llevando a cabo las consultas de controles de enfermería, pediatra y la médica de familia, escucharon gritos que provenían del exterior y detonaciones. Una de las funcionarias se acercó a la ventana lateral, ocasión en que vio a un grupo de hombres corriendo y otro caído a pocos metros del edificio, con una aparente herida en el pecho. Inmediatamente dio la voz de alerta al resto de personas que estaban dentro de la policlínica y llamó al 911.
El policía del Centro de Comando Unificado Departamental que atendió les pidió que se colocaran boca abajo en el suelo y se alejaran de las ventanas, mientras enviaba patrullas al lugar.
En tanto, unas siete personas que formaban parte del grupo que venía corriendo, tomaron al herido en ancas y lo entraron a la policlínica para que le dieran primeros auxilios. El muchacho, posteriormente identificado como Matías Pedroza Zeballos, fue atendido por la médica de familia y enfermeras. Quienes lo llevaron, en cambio, se retiraron raudamente antes de que llegara la Policía.
Con dificultades para respirar y profuso sangrado, Pedroza fue acondicionado en el móvil oficial y trasladado hacia el servicio de urgencias del hospital Escuela del Litoral, acompañado por la médica que lo había recibido en la policlínica, dado el cuadro que presentaba.

DETENCIÓN DEL AGRESOR

Luis Alberto Guerra Figueredo.

Al conocerse detalles del episodio, se montó un importante operativo en la zona y detuvieron a un hombre de 36 años, poseedor de antecedentes penales. Fue aprehendido cuando se desplazaba a pie por Ledesma al sur. Se le incautó un arma calibre .22 que llevaba en la cintura, con la que cometió el ataque.
Se dio intervención a Fiscalía de Turno, a cargo de la doctora Estela Long, que ordenó la pericia por Policía Científica y que el detenido fuera conducido a una dependencia policial. Finalizada la instancia penal, dispuso la formalización de la investigación para Luis Alberto Guerra Figueredo por un delito de homicidio agravado en grado de tentativa en concurrencia formal, con un delito de porte de arma por reincidente, de tenencia ilícita de arma de fuego y de porte de arma de fuego en lugar público, imponiéndole como medida cautelar 180 días de prisión preventiva.

CERRARON LA POLICLÍNICA

La directora de la Red de Atención Primaria de ASSE, doctora Lourdes Suárez, dijo a EL TELEGRAFO que ante la situación de violencia vivida se dispuso cerrar la policlínica hasta que cuenten con la seguridad necesaria. “Como medida primaria dimos la orden de que el personal se retirara a su casa porque habían quedado muy nerviosos y asustados con lo que pasó. Más allá que fue afuera, fue pegado a la policlínica y esto se torna muy peligroso para todos, para el persona y los usuarios”, comentó.
En tanto, elevó de manera urgente un pedido a ASSE para la contratación de servicio 222 o guardias de empresa privada. “Hasta que no sea seguro trabajar, la policlínica va a estar cerrada y no se atenderá. Esto que pasó hoy (por ayer) es un hecho más, pero hace poco menos de dos semanas fueron de madrugada a robar el equipo externo del aire acondicionado. Es una policlínica nueva, con ventanas en sus cuatro lados y con buenas rejas. Pero al ser vidriado, también se presenta un problema de seguridad. Los disparos que se escucharon, que fueron unos seis, podrían haber impactado adentro. Por suerte, no había nadie afuera de la policlínica que muchas veces hay gente que espera a algún familiar o decide esperar su turno al sol”, comentó Suárez.