La rendición de cuentas del fideicomiso Paysandú I, publicada en EL TELEGRAFO en su edición del pasado domingo, fue dada a conocer por el intendente Mario Díaz en el entendido que “nos pareció de orden, para dar a conocer el nivel de ejecución que tuvo el financiamiento obtenido”.
Acompañado por el secretario general, Federico Álvarez Petraglia, la directora general de Administración, Patricia Tabarez, y el director general de Obras, Marcelo Romero, recordó que en 2015, al comienzo de la Administración Caraballo, se intentó solicitar un fideicomiso financiero por 15 millones de dólares, pero no se obtuvieron los votos necesarios (21) en la Junta Departamental. Eso llevó al fideicomiso Paysandú I, de seis millones de dólares que “fue totalmente abonado, haciéndose efectiva la última cuota en febrero de este año, por lo cual no hay endeudamiento con ninguna entidad” financiera.
Como fuera informado por EL TELEGRAFO el fideicomiso preveía financiar la ejecución de 16 obras, incluyendo 7 urbanizaciones de barrios de la ciudad y recuperación de varias calles y avenidas. “Podemos decir con absoluta tranquilidad que la mayor parte fueron ejecutadas”, subrayó Díaz.
Entre las obras ejecutadas se cuentan las de Ayacucho al Este de Límite Este entre ésta y Rodríguez Nolla, Independencia al Sur de Soriano, Zorrilla al Norte de Henderson, además de 4 conectores viales: 25 de Mayo, Zorrilla, Montevideo y Washington.
“La mayoría de las obras debieron ser complementadas con otros recursos, propios de la Intendencia o provenientes del Fondo de Desarrollo del Interior”.
Empero, de las 7 urbanizaciones se concretaron 6, desde que “la urbanización del barrio Chaplin no se pudo llevar a cabo por el atraso en las obras de saneamiento por parte de OSE. No nos pareció lógico realizar igual cordón cuneta y bituminización para después prácticamente destruirla para hacer las conexiones de saneamiento. Esa fue la razón por la que se determinó utilizar ese dinero para una obra suplente, la recuperación de Antonio Estefanell, un importante conector Este-Oeste en la zona Norte de la ciudad”.
“Cuando uno planifica un plan de obras de estas características se encuentra con situaciones que no habían sido contempladas y en este caso fueron tres que obligaron a hacer modificaciones”, especificó el intendente.
La segunda no concretada fue la alcantarilla para calle Cerrito, financiada por el Programa de Desarrollo y Gestión Subnacional (PDGS) y fideicomiso, cuyo contrato se rescindió ya que la empresa adjudicataria quebró, obligando a que los recursos se reasignaran a barrio Purificación 3. No obstante “en calle Cerrito se ejecutó un monto de 4 millones de pesos en la adquisición de elementos de alumbrado, que son la contrapartida de la Intendencia “en una obra que esperamos comenzar en breve”.
La tercera fue la paralela a Doctor Roldán “porque encontramos una alcantarilla en esa misma calle al Norte de Estefanell, que estaba destruida y priorizamos su arreglo y no la obra prevista”, explicó Díaz.
“Los fideicomisos son unas de las herramientas más transparentes porque las obras están predefinidas, por lo cual los recursos están específicamente destinados a esas obras y sólo permite hacer otras complementarias o eventualmente reasignar recursos”, dijo también.
“Consideramos que tuvo un alto nivel de ejecución pero lo fundamental es decir que además de la transparencia con la que esta Administración ha venido actuando, las obras le cambiaron la vida a miles de familias”, subrayó.
El intendente recordó que antes “había barrios inaccesibles, calles de tosca, viviendas anegadas por las lluvias, aguas servidas. Barrios que hoy están urbanizados, con calles pavimentadas, alumbrado. Las calles como Ayacucho o Independencia al Sur son conectores fundamentales pero recién ahora podemos decir que tienen la calidad que la intensa circulación que tienen exige”. “A su vez, las ejecuciones impactaron fuertemente en la generación de puestos de trabajo, de hasta 25.000 jornales generados a partir de este financiamiento”, aseguró Mario Díaz.
