La decisión del gobierno argentino de intervenir la empresa Vicentín “aceleró en forma drástica” el interés de productores del vecino país en comprar campos en Uruguay. “Pasaron de hacer consultas a solicitar que le pasemos carpeta y solicitar firmemente que tenemos para la venta, e incluso pasaron a revisar los campos”, dijo a EL TELEGRAFO, el ingeniero agrónomo Gonzalo Indarte.
El director de Indarte y Cía. explicó que durante el transcurso de 2019 hubo consultas de argentinos por campos en Uruguay. “De aquellos que ya tenían campos en nuestro país, pero también de quienes no lo tenían; querían saber qué precios tenían los campos y como es el negocio en el país”, dijo.
Y subrayó que “están muy firmes y decididos, siendo algo general, sobre todo buscando campos grandes, comenzando con los que ya están radicados en el país y que habían parado en los últimos años las inversiones, y estaban antes de las elecciones esperando a ver que sucedía”.
Al tiempo de agregar que están revisando campos, Indarte precisó que “también pasan precios concretos por campos”.
“Los negocios que hicimos entre los años 2018 y 2019 fueron de compradores uruguayos”, dijo. Y acotó que solo hicimos un caso de un productor que vendió su campo y compró otro, pero en general se trató de gente de afuera del sector”.
Recordó que es algo similar a lo que sucedió con la oleada de inversiones tras la crisis pasada. “Empezaron primero los uruguayos y después vinieron los argentinos, y terminaron los fondos de inversión con capitales europeos”.
Para Indarte “estamos ahora en el medio de eso, y es algo muy importante lo que está comenzando a suceder, con gente que quiere agrandar su área luego de comprar campos en Uruguay. Y no es gente que vino a comprar campos como una inversión, sino que llegó, compró, vino a producir y nos enseñó a los uruguayos a producir, siendo empresarios de mucho valor”, expresó.
VICENTÍN
Vicentín, la empresa expropiada por el gobierno argentino, es uno de los conglomerados agroindustriales más grandes del país, con base en la ciudad de Avellaneda (Santa Fe), pero con plantas productivas diseminadas por todo el país y también en Uruguay, en Paraguay y en Brasil.
Su principal negocio es el procesamiento y exportación de granos y subproductos, como harinas y aceites de soja y de girasol.
Además, el Grupo posee, entre otras unidades de negocio, una empresa algodonera, el frigorífico Friar, una fábrica de vinos, una planta que elabora productos lácteos frescos y un centro de distribución en Monte Cristo, que le compró a Sancor en 2018.
