Empresas y Derecho:Trabajo, tecnología y envejecimiento poblacional (II)

En la presente culminaremos el tratamiento del informe titulado “El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe: ¿una oportunidad para la región?”, publicado recientemente por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

4. Automatización

Según este documento, “Existe un amplio debate sobre el efecto de la automatización en el mercado de trabajo. Los medios de comunicación y un número importante de estudios se hacen eco constantemente de los potenciales efectos destructores de las tecnologías de automatización. Este debate se intensificó en 2013, cuando una investigación afirmó que un 47% de los empleos en Estados Unidos estaban en un alto riesgo de automatizarse entre los próximos 10 o 20 años. (…) Es altamente probable, sin embargo, que estos estudios sobrestimen el impacto negativo de la automatización en el empleo de los próximos años. Una cosa es el potencial de automatización desde el punto de vista tecnológico y otra muy distinta es si realmente tiene sentido para los empresarios de América Latina y el Caribe, desde un punto de vista económico, reemplazar a humanos en las tareas que están haciendo y colocar en su lugar a un robot. Dado que el costo de contratación de un trabajador en muchos países de nuestra región es bajo, puede no resultar costo-efectiva la adquisición de robots para reemplazar a trabajadores. En todas estas revoluciones industriales, la tecnología reemplazó tareas que antes estaban destinadas solamente a los trabajadores, pero el empleo no desapareció. Más bien, se transformó”.

5. Plataformas

De acuerdo con el informe, “Más allá del mundo de los robots, la otra gran tendencia tecnológica que está atrayendo especial atención es el surgimiento de plataformas digitales que conectan a los ciudadanos para realizar transacciones, lo que denominamos tecnologías de intermediación, que juntan a oferentes con demandantes de servicios, reduciendo de manera radical los costos de transacción. Desde el punto de vista agregado, estos sistemas aceleran el crecimiento económico, por lo menos en el corto plazo. El efecto directo de esta tecnología es que, de alguna manera, se aumenta la cantidad de trabajo y el capital efectivo de la economía. Ese coche que estaba aparcado durante gran parte del día ahora puede ser un taxi. El departamento que no se utilizaba la mitad del año ahora puede convertirse en un alojamiento de alquiler. Alguien que tenía talento y no disponía de un mercado para desarrollarlo ahora puede ofrecer sus servicios a, prácticamente, todo el mundo. En definitiva, un mayor uso de capital y trabajo que antes estaban ociosos ahora puede tener efectos positivos en el crecimiento de los países. ¿Cuál es el impacto de estas tecnologías sobre las personas? Por una parte, eliminan las barreras de acceso al trabajo, lo que puede generar empleos para personas que requieren un alto grado de flexibilidad de horarios. Poder elegir dónde, cómo y cuándo conectarse puede ser muy atractivo para personas a cargo del cuidado de hijos pequeños o adultos mayores, tareas que tradicionalmente han recaído en las mujeres. También pueden facilitar la labor de adultos mayores o estudiantes que buscan empleos a tiempo parcial. En Estados Unidos, la proporción de conductoras mujeres que trabaja en Uber es superior a la que conduce taxis tradicionales (14% frente al 8%), y el porcentaje de mujeres que dice trabajar para Uber porque es un trabajo a tiempo parcial que le permite balancear el empleo con las responsabilidades familiares es muy superior al de los hombres (42% frente al 29%). (…) En el contexto del trabajo independiente para Estados Unidos y 15 países de Europa, el 15% (24,3 millones) de los individuos utilizan plataformas digitales para su empleo.”

6. El futuro

Los investigadores concluyen que “los individuos debemos aprender todo el tiempo. Si queremos aprovechar el potencial de esta nueva revolución industrial, debemos adaptarnos, aprender a aprender y actualizar continuamente nuestros conocimientos. (…) Además, dado que estamos viviendo mucho más tiempo, otra transformación a las que nos deberemos enfrentar es la necesidad de trabajar más años que nuestros padres (posiblemente a tiempo parcial y potencialmente usando alguna de las oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías) para poder enfrentar una vejez digna.
Dr. Rodrigo Deleón