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El Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial confirmó que no cambiará el Sistema de Subsidio a la Demanda Habitacional en la Ley de Presupuesto, así como tampoco modificará la ley 19.588, respectiva al mencionado sistema. La dirección nacional de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Viviendas por Ayuda Mutua (Fucvam) había manifestado su preocupación por la redacción de la iniciativa, actualmente a consideración parlamentaria.
“El comunicado del ministerio sale a raíz de declaraciones realizadas en nombre de la dirección nacional, porque el artículo 445 es sumamente confuso. Por lo tanto, nos alegra el reconocimiento del ministerio pero deberá mejorarse su redacción o por lo menos, no tocarse el programa de cooperativas de viviendas”, dijo a EL TELEGRAFO el secretario general de la federación, Gustavo González.
El artículo en cuestión expresa que el subsidio que otorgue el ministerio, “podrá representar hasta un máximo del 30% del valor de adquisición del inmueble, de las cuotas del préstamo o de los pagos de alquileres con opción a compra” y en referencia al artículo 444, autorizará a la secretaría de Estado a la participación en fideicomisos para construir viviendas a partir de programas habitacionales implementados por el inciso.
Explicó que “habla de un fideicomiso para soluciones habitacionales nuevas, pero el fideicomiso tiene que engrosar las arcas del Fondo Nacional de Viviendas y si toman del fondo, estaremos dentro de ese artículo”, agregó en referencia al sistema cooperativo por ayuda mutua.
Según González, “si salen a aclarar es porque es sumamente confuso. El otro aspecto es la labor parlamentaria, en donde también deberá mejorar la redacción de este artículo porque los programas de ayuda mutua y de ahorro previo nada tienen que ver con esto”.
FIDEICOMISO
El ministerio propone la creación de un fideicomiso con fondos de privados por 150 millones de dólares para construir 23.728 viviendas, entre nuevos complejos y cooperativas, entre otras modalidades. Por otro lado, prevén unas 100.000 intervenciones del Estado, entre préstamos, reformas y subsidios a la vivienda.
“Nadie tiene claro el fideicomiso. Nadie dice cómo se va a gestar ni con qué fondos o si será un préstamo. No se sabe nada. Cuando expliciten de qué se trata, se tomará una posición. Pero, obviamente, el fideicomsio apuntará a las empresas privadas. Las declaraciones del subsecretario de Vivienda, Tabaré Hackenbruch, hablaban de eso”, dijo el dirigente.
OTROS PLANES
Consultado por la predisposición del Poder Ejecutivo a la concreción de otros planes constructivos, aseguró que lo “apena, que se esfuercen en pensar en otros programas cuando tienen el de Fucvam, que ganó en 2012 el Premio Mundial del Hábitat frente a 100 países, como la mejor práctica de asentamientos humanos del mundo”. “Aparentemente la palanca de desarrollo es lo privado y que el estado lo subsidie. Y nosotros, estamos en las antípodas de ese planteo. Hay que tener en claro que, por suerte, en Uruguay no hay que inventar nada nuevo. El único programa que ha sobrevivido, a partir de la ley que tiene 52 años, es el sistema cooperativo de vivienda por ayuda mutua”, enfatizó.
Con este sistema de construcción, “la gente tiene un capital inconmensurable que son sus brazos. Es un modelo de ejemplo en el mundo. En Filipinas o en El Salvador se construye bajo este sistema uruguayo y por la labor internacionalista de Fucvam”, precisó.
CONTRATACIONES
En forma paralela manifestó su preocupación por el artículo 428 del presupuesto, donde señala que “las cooperativas que se constituyen en régimen de ayuda mutua no podrán contratar los servicios de empresas constructoras, salvo para casos especiales y con autorización expresa” del ministerio.
Tampoco “podrán delegar total o parcialmente la gestión y administración de sus recursos, siendo absolutamente nulo cualquier poder u otro contrato que se otorgue a esos efectos a personas que no integren las mismas o a entidades de cualquier tipo, incluyendo a los Institutos de Asistencia Técnica (IAT)”. La violación de estas prohibiciones “ameritará la aplicación de sanciones graves al instituto asesor y a la cooperativa”.
González indicó que resulta “inviable porque toda cooperativa de ayuda mutua, en algún momento, contrata a empresas, tanto por problemas sanitarios, por un análisis del suelo o por varios aspectos. Quien escribe en ese artículo, no conoce el cooperativismo por ayuda mutua. Y también se tiene que aclarar”.
SORTEOS
Explicó que “el ministerio tiene recortes presupuestales entre 10 y 13%. Nadie puede negarlo. En el propio plan quinquenal de vivienda ya reconocen que no podrán cumplir con la promesa electoral de 50 o 60.000 viviendas. Por lo tanto afecta al ministerio, a las viviendas en ejecución y nuevos programas”.
En cuanto a los préstamos que aguardan los cooperativistas para comenzar a construir, señaló que “la situación de esas familias es difícil. Algunas esperan desde el año pasado, otras desde 2018 y tienen todos los papeles al día. Lo real es que se corrió un sorteo y aquellas que esperaban por la adjudicación directa a mitad de año deberán seguir esperando. No pudimos discutir el programa con el ministerio y eso preocupa al movimiento”.
GRACIA Y FONAVI
Durante la pandemia, el ministerio otorgó cinco meses de gracia a las cooperativas, cuyas cuotas pasarán al final de la amortización. “Lo que nos preocupa ahora es que el país sigue sin tener un Fondo Nacional de Vivienda (Fonavi), por lo tanto, la política en esta materia será siempre errática. Y sea el sector que sea, siempre se basará en promesas, si no cuenta con un monto determinado”, aseguró.
Fucvam presentó una publicación con la reformulación del Fonavi, establecido en la Ley 13.728 de 1968, constituido por el aporte del 1% de la masa salarial de los trabajadores y 1% de los aportes patronales, sin la creación de nuevos impuestos.
En el quinquenio anterior la inversión en vivienda fue de U$S 226 millones y, según la federación, con el Fonavi se llegaría en torno a U$S 355 millones.
