Una mujer de 31 años se encuentra internada en el hospital Escuela del Litoral tras resultar herida de dos disparos en la zona abdominal. De acuerdo a las primeras averiguaciones, la información que maneja Policía y Fiscalía da cuenta que la mujer concurrió a un bar de Guichón, en compañía de un hombre, donde intentó robar.
En base a datos recabados por EL TELEGRAFO, el hecho ocurrió en la madrugada del sábado. La Comisaría 11ª de Guichón fue advertida de una persona herida al frente de una finca. Al lugar concurrió personal policial que encontró a la mujer tendida en el suelo, con al menos dos impactos de bala. Debido a su estado, la acondicionaron en el patrullero y la trasladaron hacia el servicio de urgencias del hospital de esa ciudad. Debido a las heridas que tenía, la mujer –poseedora de antecedentes penales por violencia doméstica– fue trasladada a Paysandú, donde la sometieron a una intervención quirúrgica.
Paralelamente, un hombre de 72 años se presentó en la comisaría, manifestando haber sido el autor de los disparos. En ese momento hizo entrega de un revólver calibre .22 y, al ser indagado, relató que estaba en el bar que posee en su casa, conversando con un parroquiano. Tenía la puerta trancada, ya que era tarde y no estaba atendiendo al mostrador.
El veterano escuchó ruidos, por lo que preguntó quién andaba. Al no obtener respuestas, vio que la luz de afuera estaba apagada, la cual minutos antes estaba encendida, y que alguien había roto el vidrio de la puerta mientras la pateaban. Les gritó varias veces que se fueran o les dispararía, ya que según cuentan los vecinos el señor ya había sufrido varios robos. Aparentemente –según declaró–, a fin de amedrentar a los intrusos, subió el arma y efectuó al menos tres disparos. De inmediato escuchó un quejido y se dio cuenta que había herido a una mujer.
Según la versión obtenida por este medio, el acompañante de ésta también resultó herido, ya que se encontraron rastros de sangre, pero el hombre desapareció y no ha podido ser identificado aunque se presume sea de un barrio cercano. En tanto, se comprobó que la bombilla de luz al frente del bar estaba destornillada.
Todo lo ocurrido fue puesto en conocimiento de la Fiscalía Departamental, que dispuso en primera instancia que el septuagenario no fuera privado de su libertad mientras se investiga el hecho.
