Procuran alternativas para los nuevos ingresos a la Universidad

El Rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arim.

La situación generada en secundaria y UTU en cuanto a la imposibilidad de brindarse las clases con normalidad, particularmente en el caso de los últimos años de bachillerato, desde donde pasan a estudiar en la Universidad, es uno de los temas que se vienen analizando en búsqueda de asegurar que los bachilleres lleguen a la enseñanza terciaria con un buen nivel.
Al respecto, el rector Rodrigo Arim dijo que “la preocupación que le hemos transmitido a la ANEP y hemos tenido algunos avances muy puntuales, tiene que ver con la COVID-19, que es un hito en el proceso de formación de muchas generaciones. Pero en particular nos preocupa la generación que sale de los sextos años de Secundaria y UTU con preingreso a la Universidad de la República, que van a terminar su formación secundaria en condiciones que no son las ideales, y posiblemente con estándares muy desiguales. Se están relevando estos impactos, por un lado hay un proceso de desvinculación más importante que el que veíamos hace unos años y es probable que emerjan con condiciones de formación que no son las más adecuadas y las que exige la Universidad habitualmente para el ingreso”.

ANALIZAN DIFERENTES POSIBILIDADES

No obstante, se piensan en algunas alternativas, como “ciclos iniciales optativos y mecanismos de compensación previo al ingreso a la Universidad. Pero requerimos el apoyo presupuestal, sin recursos ésto no se puede hacer porque tiene que aplicar recursos adicionales para apoyar a la generación 2021. Tenemos algunos acuerdos con ANEP al respecto, nuestra idea es que se aplicara una prueba diagnóstica en todos los liceos que nos muestre las condiciones en que van a ingresar en marzo de 2021, y simultáneamente tener una ventana entre febrero y marzo, que nos permitiera instrumentar algunas políticas de compensación previo al ingreso. Para que sea posible depende de la voluntad política nuestra y de ANEP, pero también del Parlamento para aportar algunos recursos que nos permitan atender esa emergencia”, y aclaró que en este caso “serían recursos circunstanciales, y esperemos que no se vuelvan permanentes, pero tenemos que atender a una generación que ha sufrido mucho los efectos del COVID en el plano educativo”.

SE DUPLICÓ LA SOLICITUD DE BECAS

Otra realidad que se vive en la UdelaR, es que por la situación económica de muchas familias aumentó sensiblemente la solicitud de becas, y “de hecho este año tenemos casi una duplicación de los pedidos de becas, que no se pueden atender. Y es un síntoma claro de la necesidad de tener políticas contracíclicas, que cuando los hogares más necesitan el apoyo de becas, el Estado tenga la capacidad de responder. Pero se están aplicando recortes justo cuando los hogares están necesitando más estos recursos. Eso también es parte de nuestro pedido presupuestal, y de intentar construir una masa de políticas sociales de apoyo, que reconociendo la diversidad de los estudiantes, simultáneamente genere apoyos ya sea económicos o pedagógicos que permitan un tránsito lo más fluido posible por la vida universitaria”.