Bajo el lema “Vivienda para todos. Un mejor futuro urbano” se conmemora hoy el Día Mundial del Hábitat, designado por las Naciones Unidas el primer lunes de octubre. La declaración de este año destaca que “tener una vivienda adecuada siempre ha sido una cuestión de vida o muerte. La COVID-19 ha hecho esta situación evidente, ya que una de las acciones clave necesarias para detener la propagación de esta enfermedad ha sido que las personas se queden en casa”.
La ONU señala que la pandemia sanitaria “nos ha recordado que el hogar es mucho más que un techo. Un hogar debe ser seguro para permitirnos seguir trabajando, aprendiendo, con acceso a servicios básicos e infraestructura para las medidas de higiene, y con suficiente espacio para el distanciamiento físico.
También debe estar ubicado en un lugar que permita a los residentes acceder a espacios públicos verdes y abiertos, oportunidades de empleo, servicios de salud, escuelas, guarderías y otras instalaciones sociales”.
MARCHA
Los movimientos sociales identifican esta jornada como el “Día Mundial de los Sin Techo” y la Federación Uruguaya de Cooperativas de Viviendas por Ayuda Mutua (Fucvam) organizó en Montevideo una concentración a las 18.30 frente al Ministerio de Economía y Finanzas con las medidas de distanciamiento y uso de tapaboca, desde donde marcharán por avenida del Libertador hasta la plaza 1º de Mayo e instan a concurrir con paraguas como símbolo de los “sin techo”.
Allí la federación leerá una proclama enmarcada en la discusión de la ley de presupuesto, donde denuncian recortes entre 10 y 14% para la construcción de viviendas. El movimiento cooperativo presentó a las bancadas con representación parlamentaria, y será elevada al Ministerio de Vivienda, una propuesta para la reconstrucción del Fondo Nacional de Vivienda a partir del incremento de 0,1 del impuesto al patrimonio –hoy paga el 0,4%–, con el que recaudaría unos 160 millones de dólares anuales para las diversas modalidades de construcción. El fondo fue creado en la ley 13.728, hace 52 años y desapareció con la crisis del año 2002. Desde entonces, la vivienda recibe partidas presupuestarias, tal como ocurre con otros rubros.
INTERSOCIAL
La Intersocial de Paysandú expresó “su real preocupación por aquellas personas que carecen de un techo en nuestro país. Vivir bajo un techo es tener un hogar, una situación que permite un desarrollo más digno de las personas”.
Señala que “el Estado debe profundizar las políticas de vivienda que permitan combatir la pobreza y la exclusión que conllevan quienes carecen de un techo”, y atender “en forma integral y continua” a quienes padecen “situaciones socio-económicas más vulnerables” para permitir “el surgimiento de barrios y no de asentamientos”.
