Buscan en Paysandú el flebótomo que transmite la leishmaniasis visceral canina

La aparición de casos de perros con leishmaniasis visceral canina el año pasado en Chapicuy, permite suponer que el flebótomo (un jején hembra) que transmite la enfermedad, así como el Aedes Aegypti lo hace con el dengue, pueda llegar este verano a la ciudad capital departamental.
La situación es difícil, ya que según el Ministerio de Salud Pública (MSP) la mayoría de los casos de leishmaniasis de América Latina están en Brasil y el vector se viene desplazando a lo largo de la ribera del río Uruguay, ingresando por Bella Unión, luego llegó a Salto, el año pasado a Chapicuy y es probable que continúe dispersandose por el litoral hacia el sur.
La licenciada en enfermería Nataly Rodriguez, funcionaria de la Dirección Departamental de Salud y referente epidemiológica para Paysandú, dijo a EL TELEGRAFO que “a partir de la situación constatada en la localidad de Chapicuy el mes pasado, el departamento hizo un cambio en el estatus epidemiológico, y pasamos a estar dentro de los departamentos con transmisión de leishmaniasis visceral canina”, y recordó que “los perros que se identificaron en Chapicuy, que no habían salido de la localidad, nos dice que la enfermedad ya está circulando entre los perros de este lado del límite departamental con Salto, que era el caso más cercano”.

Se busca el flebótomo

Dijo que “esto ha desencadenado una serie de acciones, tanto de muestreos caninos que se hicieron en Chapicuy a todos los perros y que se extendió a otros poblados de la zona, sobre todo los que están entre esa localidad y el límite con Salto (el río Daymán) donde se hizo un muestreo y venimos buscando el flebótomo, que es el vector transmisor de la leishmaniasis con la colocación de trampas de luz, y que pensamos mantener en Chapicuy de manera mensual”.
Son trampas que “se colocan por tres noches consecutivas en domicilios seleccionados porque tienen condiciones para el desarrollo del vector, lugares con sombra, humedad, vegetación, materia orgánica en el suelo, lugares donde se alimenta el vector como pueden ser los gallineros, o que haya perros. Estas condiciones favorecen la presencia del vector, por lo tanto seleccionamos casas que reúnan esas condiciones y colocamos esas trampas para la noche, porque es un vector con actividad que comienza en la tardecita y durante la noche, y que además tiene algunas condiciones climáticas que le favorecen. Por ejemplo, no vuela con temperaturas bajas, por eso esta época que se viene es la mejor para buscarlos e identificar el lugar donde ya está presente”.

No fue encontrado en Paysandú ciudad

No obstante, aclaró que “hasta el momento en los trampeos en todo el departamento de Paysandú que hemos realizado no se detectó la presencia del vector, pero tenemos indicios que la enfermedad se está extendiendo”.
En lo que respecta a la ciudad de Paysandú, dijo que “nos interesa reforzar la vigilancia en la ciudad, ya empezamos a instalar trampas, tratando de abarcar escenarios costeros, urbanos y suburbanos y con el muestreo sabremos la situación actual de la presencia del vector en la ciudad de Paysandú, y también haremos un muestreo canino a los perros que están en las cercanías de estas trampas para tener un nuevo diagnóstico”.
En cuanto a cómo puede protegerse al perro de la posible picadura de un flebótomo, dijo que “los collares con deltametrina son los indicados o recomendados para la prevención de ese vector. Este collar está comprobado que repele al vector transmisor de la leishmaniasis, por lo que está recomendado”.

Collar y tenencia responsable

Y si bien el tema del collar es importante, Rodríguez afirmó que “la tenencia responsable de los animales es fundamental, más en el caso de esta enfermedad. Y ser responsable es estar atento a la situación sanitaria de los animales, hacer las consultas a los veterinarios cuando corresponda y cuando se detecte algún síntoma anormal. Y también la posibilidad de limitar la movilidad para que el perro no deambule por diferentes zonas, porque eso también hace que perdamos el control del lugar donde puede estar. Son muchas medidas que hacen a la salud de los animales y que es fundamental tenerlo claro en esta enfermedad”.
Por otra parte, la referente epidemiológica dijo que por donaciones recibidas de organismos internacionales, “tenemos la posibilidad de realizar diagnósticos de leishmaniasis en todos aquellos animales que presenten síntomas que hagan sospechar que tengan esa enfermedad. Eso lo estamos trabajando en conjunto con el Centro Médico de Paysandú, que desde el inicio estuvo trabajando en conjunto con el Ministerio de manera muy participativa para poder implementar estos test en caso que se detecten animales con síntomas compatibles con esta enfermedad, y así poder hacer los diagnósticos rápidamente, y complementar de esta manera los muestreos que podamos hacer tanto en Chapicuy y su zona de influencia, como en la ciudad de Paysandú”.

La enfermedad en los perros no tiene cura

Quienes tienen perros, deben saber que la enfermedad no tiene cura. “Para el tipo de leishmaniasis visceral que circula en nuestra región no existe tratamiento. Los animales, una vez que desarrollan síntomas, no tienen tratamiento”, por lo que hay que sacrificarlos.
Rodríguez insistió en la prevención “tanto pensando en la sanidad animal como en la salud humana, porque esta enfermedad puede ser transmitida de los animales a las personas a través del vector. Y en el caso del contagio de las personas, tiene una alta tasa de enfermedad con un tratamiento efectivo pero bastante complejo”.
Por su parte, dijo de forma optimista que “estamos en el mejor momento y las mejores condiciones para trabajar en la prevención para no llegar a la situación que tienen otros lugares donde la enfermedad se ha diseminado, como por ejemplo en Salto, departamento que hoy tiene presencia de leishmaniasis visceral canina, y ya tienen varios casos humanos registrados durante el año pasado y este año, por lo que es un ciclo de transmisión completo: tienen el vector, la enfermedad en los animales y también en los humanos”.