El de Paraná es uno de los seis consulados –además de tres embajadas– que fue cerrado por el gobierno uruguayo, apenas un año después que fuera inaugurado, con el cónsul Darío Estades Rodao al frente de la delegación diplomática. Se trataba de un consulado general.
“Se comunica a la colonia uruguaya y al público en general que se ha dispuesto el cierre del Consulado General de Uruguay en Paraná, Entre Ríos, República Argentina”, se informó oficialmente.
El consulado había sido inaugurado el 28 de agosto del año pasado. Su cierre deja sin consulado general de Uruguay a Entre Ríos, donde se mantienen tres sedes consulares: las de Colón, Concordia y Gualeguaychú.
El canciller uruguayo Francisco Bustillo confirmó que se cerrarán las embajadas en Polonia, Angola y Nicaragua y los consulados en Bahía, Bagé, Pelotas y Curitiba (Brasil) y Los Angeles (Estados Unidos), además del de Paraná.
Los asuntos consulares que eran atendidos por el consulado general de Paraná (que incluía a residentes uruguayos de Corrientes y Misiones) están a cargo ahora del consulado general en Rosario.
Al inaugurarse el consulado general en Paraná, el cónsul general Estades había indicado que pretendía “profundizar e incentivar el intercambio cultural entre Paraná y Montevideo. La función del consulado es construir puentes, no muros, y articular estas propuestas. La idea es profundizar el intercambio de las políticas de Estado, tanto del Uruguay como de las provincias. Hemos avanzado en la integración regional. Tenemos miles de kilómetros de río para transportar mercaderías o pasajeros, algo que fue dejado de lado”.