Preocupa el envenenamiento de aves en Colonia Juncal, cerca de Guichón

El “Colectivo de Guichón por los Bienes Naturales” informó ayer sobre más de 30 gansos, patos, garzas, nutrias y sapos muertos junto a un estanque con el agua en descomposición con animales muertos en un predio de Colonia Juncal, entre Termas de Almirón y la ciudad de Guichón.
“Nuestra organización recibió en las últimas horas la preocupación de un vecino productor de Colonia Juncal, por la mortandad de animales. Al momento de recibir dicha preocupación ya se había realizado la denuncia policial por parte del afectado”, dice el comunicado enviado a EL TELEGRAFO, señalando que “concurrimos al lugar y nos encontramos con un panorama desolador. El productor afectado señala que todos los animales han sido, presuntamente, envenenados por un productor de la zona. Otros vecinos residentes del lugar avalan lo que denuncia el vecino perjudicado”.
Agregan que “como si todo esto no es suficiente daño, el lugar donde se da este acto de irresponsabilidad, que atenta contra la vida, se ubica dentro del corredor de protección ambiental termal y turística, según el artículo 97 del Plan de Ordenamiento Territorial para el Municipio de Guichón, y que es una ordenanza vigente que rechaza estas prácticas”.
Afirman que “en este caso como organización establecemos que estamos ante un hecho grave, que atenta contra la biodiversidad de la zona y con riesgo de contaminar los cursos de agua. Realizamos la denuncia al Ministerio de Ambiente y se comunicó también a la Dirección de Higiene de la Intendencia de Paysandú”, dice el texto enviado por Marcelo Fagúndez.

SERÍA POR “TRIGO ENVENENADO”

Por su parte Omar Rodriguez, el productor afectado, dijo a EL TELEGRAFO que no es la primera vez que tiene este problema, particularmente con los gansos que cría. El año pasado sucedió que “los patos venían a morir a la casa, y alguno quedó en el tajamar”, y ahora los primeros animales muertos aparecieron el viernes “cuando encontré cinco”, y se repitió la situación el lunes.
Afirmó que “ahora encontré cuatro o cinco montoncitos de trigo envenenado alrededor del tajamar, y voy a tomar unas muestras para que lo analicen. Yo de mañana a los gansos les tiro tres o cuatro jarros de trigo, pero los pobrecitos fueron para el lado del tajamar y comieron lo que había allí. Pero el agua se ve que no (estaba envenenada), porque el perro fue de mañana y tomó agua”.
Dijo que hizo la denuncia policial, pero “dijeron que iban a venir a mirar y que me iban a llamar, pero no me avisaron nada”.