Caballos sueltos podrán ser donados, rematados o faenados si sus dueños no los recuperan en 10 días

En el Batalllón “General Leandro Gómez” de Infantería Mecanizada Nº 8 se construyó un potrero para caballos que se capturen en la vía pública.

Con la modificación del artículo 135 de la ley 19.670 (Aprobación de Rendición de Cuentas y Balance de Ejecución Presupuestal ejercicio 2017) los animales encontrados sueltos en la vía pública, cuyos dueños no se hagan cargo de pagar multas y gastos, pasarán en apenas 72 horas al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), secretaría de Estado que en un plazo de siete días deberá determinar la donación a instituciones de bien público (para programas de equinoterapia, por ejemplo), faenado o remate.
La Intendencia Departamental de Paysandú “ha avanzado en un protocolo de actuación, enfocado especialmente –en primer lugar– a equinos, que representan el principal problema y peligro en la vía pública”, dijo Mauro Santos, director de Aseo Urbano y Paseos Públicos. La ley legisla de la misma manera para bovinos, ovinos y porcinos.
Concretamente, el modificado artículo 135 establece: “Facúltase al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca a través de la Dirección General de Servicios Ganaderos, previa inspección, a intervenir, decomisar definitivamente y proceder a la venta o donación a instituciones de bien público, de los animales de las especies bovina, ovina, porcina o equina, de dueño conocido o desconocido, que se encuentren en la vía pública, dentro de vertederos o basurales municipales, siempre que no fuesen retirados por su titular en un plazo máximo de setenta y dos horas luego de su notificación”.
El mismo artículo prevé que en caso que los animales tengan una enfermedad contagiosa, se podrá “proceder al sacrificio sanitario mediante faena o en el campo, en presencia del Servicio Oficial, de acuerdo a las normas sanitarias, de bienestar animal y medioambientales vigentes”.
“A partir de ahora –dijo Santos– se plantea un protocolo de trabajo donde la policía, conjuntamente con la Intendencia va a capturar caballos que se encuentren en la vía pública u otros espacios, dejados por sus propietarios”, explicó Santos.
El procedimiento será conjunto con la policía. “Tenemos una motocross de la Intendencia, dos motocross de Policía, una de GRT y otra de la Republicana. Junto al arriero, capturamos el o los caballos y los llevamos al batallón, donde terminamos un potrero, utilizando tejido en desuso que había sido utilizado para cerrar el predio ferial de la Semana de la Cerveza”, agregó. “Es un sitio muy seguro, custodiado por nuestros soldados”.
Lo que sigue es “notificar al dueño del animal, que tiene 72 horas como máximo para retirarlo. Primero tiene que demostrar su propiedad, pagar la multa y gastos. Si cumple con todo, puede llevarse el equino”. Ahora, si no aparece en ese plazo o no cumple con los pagos, “se pasan al MGAP. Ahí comienza a regir otro plazo –de siete días más para un total de diez días– y los costos son mayores, no solo pastoreo sino traslado, dependiendo adonde sean enviados”.
“Antes, la responsable era la Intendencia; hasta seis meses pasaban los animales bajo custodia, con los gastos correspondientes y eran frecuentes los robos de los equinos. Un sistema que no daba resultados. Pero ahora, con una norma legal de respaldo, estamos dando un paso decisivo a reducir y eliminar el problema de los caballos dejados sueltos por sus dueños para no hacerse cargo –como deben– de su alimentación”, destacó el director de Aseo Urbano y Paseos Públicos.
Por otra parte aseguró que “tenemos identificados a varios propietarios de caballos que sistemáticamente los dejan en la calle, en los barrios Curupí, Sur, El Espinillo y Casa Blanca. Ahora cambian las reglas de juego y no habrá derecho a protestar, porque la ley reformulada en ese artículo es clara y contundente”.
Las denuncias de caballos –u otros animales– sueltos “pueden realizarse a la Policía a través del 911 o a la Intendencia, por el 08001001. Estoy convencido que con esta herramienta legal estamos en muy buenas condiciones para superar este gran problema. Porque ahora los desaprensivos dueños que largan sus caballos a pastar en cualquier lado tienen que saber que esos animales pueden terminar rematados o faenados. Y será su responsabilidad”, concluyó Mauro Santos.