La pandemia de coronavirus ocasionó serios perjuicios a los clubes deportivos, que en medio de las restricciones han intentado llevar adelante las actividades, proyectos y sobre todo la economía. Y también miran hacia el futuro.
En el caso del Club de Pescadores, el coronavirus no ha impedido seguir desarrollando las tareas, concretando aspectos planificados de antemano, y tampoco soñar. Por lo pronto, hay que recordar que no solo se trabaja en el salón de fiestas sino que se ganaron ocho metros al ancho del predio de la institución, lo que permitirá un crecimiento interesante.
“Ese sector no se terminó todavía de nivelar, y lo que tenemos en mente es hacer un estudio para poner un ornato arbóreo para que vaya ganando su espacio, y una pequeña lanchera. El gran sueño es poder construir más cerca del ingreso al club una oficina, una sala de reuniones”, señaló el presidente Oscar Pinna.
Mientras, las obras en el salón “están casi listas, faltan algunos detalles, pero cumplimos con la primera inspección del Ministerio de Transporte y Obras Públicas” con el que se realizó el convenio para llevar adelante la remodelación, “y por estos días llegará la segunda partida de dinero para hacer los baños nuevos”.
“Estamos haciendo todo muy finamente, cuidando todos los detalles, aprovechando que no se puede usar por la pandemia”, remarcó.
Hoy, el club está equilibrado económicamente, después de “haber estado un tiempo en una línea entre el rojo y el verde”. Por eso la idea es proyectar, crecer dentro de las posibilidades, pero seguir brindando un buen servicio a los socios.
En ese aspecto, hoy el Pescadores cuenta con unos 540 asociados, aunque el presidente tiene claro que “si bien es un récord, nos viene salvando el hecho de que la mayoría de los socios está de paso”, por lo que “se complicaría si se fueran quedando” en las instalaciones del club.
Dentro de ese número de asociados, hay unas 380 lanchas (“200 están en el club”), por lo que la actividad para disfrutar del río es permanente. Pero si todos los socios quisieran utilizar las instalaciones, se complicaría. “Es por eso que estamos pensando en cortar el ingreso de aspirantes a socios. Se dio el fenómeno de que la gente se comenzó a asociar, pero tenemos que hacer un equilibrio entre el espacio físico, la cantidad de socios y el servicio. Y si mantenemos las puertas abiertas, es muy probable que no se pueda brindar el servicio adecuado”, reconoció Pinna.
Y mientras, se sigue soñando con poder contar con al menos parte del terreno que ocupa el astillero contiguo al club. “Eso es un sueño, y ni siquiera hemos tenido una conversación seria al respecto. Está dentro de las aspiraciones, pero no hay proyecto en tal sentido. Por ahora estamos abocados a terminar las obras que están en marcha”, dijo el presidente.