El proyecto de integración no tiene respuesta

“Nosotros no podemos hacer nada con ese proyecto. En todo caso lo tiene que impulsar OFI, y de ahí se verá”, fue la respuesta del presidente de la AUF, Ignacio Alonso, ante la consulta de EL TELEGRAFO por el proyecto de integración que OFI tiene en sus escritorios.
Si bien se esperaba que la carpeta en cuestión fuera estudiada por la Comisión de Calendario de OFI en los primeros días de febrero, quienes pusieron la idea en papel no han tenido noticias al respecto.
El proyecto presenta la posibilidad de jugar una Copa Uruguay Integración, con los cuatro mejores equipos de la Divisional C de AUF o Primera Divisional Amateur (exceptuando al campeón el primer año), y los cuatro primeros de la Copa Nacional de Clubes de la Divisional A de OFI.
La propuesta inicial tuvo variantes, seguramente luego de que quedara clarísimo y hasta explicitado por autoridades de la divisional de ascenso de AUF que no nadie estaba dispuesto a ceder cupos para el ascenso.
Es más: el propio presidente de la C había dicho a EL TELEGRAFO que el torneo podría jugarse solo de manera amistosa, a modo de integración. Y seguramente con algún cambio para no afrontar gastos.
Como ya se ha adelantado, la propuesta es que los dos primeros años el torneo se juegue en noviembre y diciembre a modo de playoff con partidos de ida y vuelta. El campeón jugaría en la Segunda División Profesional, el vice accedería a un repechaje contra el penúltimo de la Segunda División Profesional, a la que el campeón de la C accedería directamente.
Y el formato cambiaría para el tercer año, se pretende incluir también al campeón de la C, jugar el playoff entre los cuatro mejores de ambas competencias, para que el campeón y vice asciendan a la Segunda División Profesional, y el tercero juegue un repechaje ante el tercer peor clasificado de la Segunda División Profesional.
La idea está esperando en un cajón de los escritorios de OFI, mientras que los directores de Deportes de las Intendencias se comprometieron a ceder algún lugar para entrenar, colaborar con los viajes y con la cesión de los escenarios de juego. Y desde la Secretaría Nacional del Deporte se indicó que se apoyaría la idea, más allá de que no se especifica de qué manera se intentará convencer a los clubes de la AUF.
Hay dos aspectos a tener en cuenta. El mayor inconveniente no solo será contar con el visto bueno de la AUF, dado que desde el Interior se pretende meter mano a dos divisionales, la C y la Segunda División Profesional.
El otro problema que estará en carpeta es qué harán los equipos del Interior que logren la posibilidad de, a través de esta Copa Uruguay Integración, pisar la Segunda División Profesional.
La realidad amateur del fútbol nuestro de cada día está lejos del profesionalismo.
Y dar el salto de un día para el otro a ese ambiente sin la solidez económica necesaria, y con la obligatoriedad de tener contratos mínimos de unos 24 mil pesos, resulta al menos una aventura con final conocido en base a experiencias previas en todo el Interior.