Jardín Lanita: inscripciones abiertas

El entorno natural de la Eemac es parte fundamental del proyecto educativo en Lanita. Celebrar la cosecha de la huerta es habitual.

El 1º de marzo comienzan las clases en el Jardín Lanita en la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) y hay cupos disponibles para recibir a niños de 0 a 3 años hijos de estudiantes, funcionarios y docentes de la Universidad de la República que desarrollan sus actividades cotidianas de trabajo o estudio el campus universitario o de familias que residan en las inmediaciones. Esto último es una gran oportunidad que resultó posible a partir de la renovación de convenio entre la asociación civil que gestiona el centro de cuidados y la Facultad de Agronomía, que brinda en comodato el edificio en el que funciona Lanita.
Las acciones de expansión y regionalización de la Udelar en todo el territorio derivaron en el crecimiento de la presencia de docentes de alta profesionalización y alta carga horaria en la sede universitaria de Paysandú y con ellos llegaron sus familias y pequeños hijos. De ahí que la inauguración de Lanita, en 2016, llegó para hacer más compatible la primera etapa de la maternidad y paternidad con la vida laboral o el estudio de grado o posgrado en un campus, que aunque cercano a la ciudad, no hay facilidades de transporte desde y hacia la ciudad.
Lanita funciona en un edificio cedido por la Facultad de Agronomía, y cuenta con tres salones en los que se organizan una sala de bebés, uno, dos y tres años, brindando educación inicial curricular de cuatro o de ocho horas desde marzo a diciembre y durante el verano organizan actividades recreativas.
Lía Randall, docente del polo de Moléculas Bioactivas e integrante de la asociación civil que gestiona el jardín destacó que la propuesta busca “utilizar el entorno natural de la Estación Experimental para la educación humana y ambiental de todos los actores implicados. Se trabaja con la huerta, la naturaleza, la estimulación de la creatividad, la estimulación psicomotriz, la música, la imaginación”.
En definitiva, Lanita es un espacio pionero en relación a su creación y forma de funcionamiento “ya que promueve el desarrollo integral de los niños y sus derechos a través de un proyecto educativo oportuno y favorece la integración social, la corresponsabilidad social y de género, la inserción laboral de madres y padres y la autonomía económica de las mujeres de la zona”, compatió Lía Randall.
Consolidar el espacio
El mantenimiento del Jardín ha sido un desafío para la asociación civil año a año desde lo financiero, ya que en sus aportes a las tareas de cuidados y educación ha sido siempre valorado favorablemente por las familias. “El presupuesto mensual del Jardín se sostiene con el pago mensual de las cuotas por niño que abonan las familias y anualmente hemos logrado contactar con diferentes apoyos puntuales centralmente desde la Universidad de la República y de parte de los sindicatos de docentes y funcionarios”, relató.
Con la oportunidad de acercar niños de familias residentes en la zona, la aspiración es lograr un mayor alcance e integración con la comunidad. “Estamos muy entusiasmados. Se han recibido consultas y algunas confirmaciones de niños de la zona, lo que hace evidente también la necesidad de un servicio de estas características”, explicó, anunciando que las inscripciones están abiertas y quienes estén interesados pueden ponerse en contacto con Lanita llamando al celular 098975543.