¿Hay placer mayor? En una chalana, en el medio del río, con la brisa envolviendo el ambiente, mientras la tarde camina hacia la noche. Ese momento en que un intenso color ocre domina el paisaje, gracias a los últimos destellos del sol, que se dispone a iluminar la otra mitad del mundo. Todo gira, todo vuelve, pero ese momento se vive de una manera diferente. Solos, pero envueltos en un paisaje excepcional.
“Presente maestra” comenzará a escucharse mañana en todas las escuelas del país. Inicia el año lectivo 2021, aun con algunas preguntas sin respuesta, después de un 2020 donde la pandemia golpeó duramente. Hoy, es otra la realidad, en la medida que en los próximos meses toda la población que voluntariamente quiera, podrá vacunarse y tener inmunidad ante el virus. De allí a la normalidad como la conocimos toda la vida habrá un trecho extenso. Pero principio quieren las cosas y la vacuna ciertamente será un avance notable; no solo en Uruguay, sino en todo el mundo. En tanto aquí, el verano –al que por calendario le quedan aún 20 días– se puede dar por terminado, porque ocurre siempre que la llegada de las clases provoca que el tiempo disponible sea muy poco y hay que cumplir con una serie de actividades que habían sido interrumpidas con el fin de los estudios el año pasado.
Finaliza un verano que tuvo sus extrañezas, donde se buscó el distanciamiento –aunque no siempre se respetó–, la zona costera vio con sorpresa los rostros cubiertos con tapabocas, y se tomaron precauciones no conocidas hasta ahora.
Pero todo es un ciclo. Va terminando el verano 2021, pero vendrá dentro de nueve meses el verano 2022. Hay una ventana de tiempo para profundizar la batalla contra la COVID-19, usar la herramienta de la vacuna y tratar de estar mejor, como la lírica de la canción de Diego Torres.
Por lo pronto, se va apagando la temporada de playas y con ella el tiempo de descanso, compartido desde estas páginas domingo a domingo. Como todo es un ciclo, volveremos, compartiendo cómo viven los sanduceros la época estival. ¡Hasta el verano 2022!
La motonáutica crece en nuestra ciudad. Es frecuente ver varias motos acuáticas recorriendo el río. Dicen los que lo han practicado que se trata de emociones muy intensas y disfrutables.El perro también disfruta en un bodyboard que es llevado por una jovencita. En el balneario Paso de las Piedras, una imagen ciertamente muy poco común.
Giovanina Guariglia, una reconocida actriz y docente de danza, se hizo un tiempo para disfrutar de la playa. Es una de las pocas actrices sanduceras que actuó en Moscú. Hoy prepara junto a Raúl Rodríguez y el Taller de Teatro, el reestreno de “Un lobo en sus ojos”. Su sonrisa domina la foto, pero si se fija con atención su tatuaje dice “Resiliencia”. Una ayuda para superar traumas y potenciar la felicidad. Solo se trata de vivir, entre risas y dolores.La imaginación infantil no tiene igual. Es un contenedor para botellas vacías, pintado con diferentes imágenes. Pero estaba vacío. Asi que los niños se subieron a la nave pirata que surcará ríos y mares en busca de botines y aventuras en las que demostrar su arrojo y coraje.Cada cual atiende su juego. Las dos mujeres cómodamente sentadas disfrutan, conversan, dejan pasar las horas lentas del verano. A pocos metros, las embarcaciones vuelven a tierra. A lo lejos, el ahora vacío puente internacional, que espera impaciente volver a ser el vínculo entre los dos países.
El rinconcito para disfrutar de un trago en la playa, siempre y cuando no se conduzca un vehículo, por supuesto. En otros centros turísticos es común encontrar estos espacios donde consumir un cóctel o –como se los denomina ahora–, un tragoHay quienes disfrutan de la playa durante el día, pero hay quienes por la noche se concentran en la zona costera para una cena al aire libre. La bebida fría en una conservadora, el fuego creando fugaces estrellas que se elevan y sobre una parrilla –según los gustos– un asado, chorizos, hamburguesas. La familia, los amigos –la burbuja– dando valor a unas horas de esparcimiento.Nadie discute que el verano es la temporada ideal para pasear, donde cobra protagonismo el río Uruguay y toda la zona costera. Bien lo sabe también Tego, feliz en el canasto de la bicicleta de su compañero y dueño Matías Aguilera.Las cuatro amigas. Acostumbradas a disfrutar juntas, aprovechan los días de calor para encontrar un espacio arbolado en la zona del Balneario Municipal, donde disfrutar la tarde. Hay mate, refresco, seguramente algunos bocadillos en el bolso y un juego de cartas.
