AFS continúa con el intercambio cultural

Alessia Rossetton, de 17 años, llegó a Paysandú el pasado mes de noviembre proveniente de Milán, Italia, en plena pandemia, junto con otros tres italianos, una danesa y una francesa, en busca de realizar el intercambio cultural que desde hace muchísimos años propone la oenegé AFS.
“Llegué el 1º de noviembre, hice cuarentena y luego nos encontramos con la familia que nos hospeda”, comenzó contando en un claro español Alessia, quien comenzó a cursar 6º de Arquitectura en el Liceo Nº1, si bien aún no ha podido cursar mucho dado que cuando llegó estaban terminando los cursos, en tanto que cuando comenzó en marzo luego de una semana debió pasarse a la virtualidad.
“La gente de Uruguay es muy buena, me gusta la gente”, en tanto que añadió que nuestro país “es más tranquilo. Me gusta el paisaje, el cielo parece infinito, es diferente al de Italia”, añadió la joven que se quedará en Paysandú hasta el mes de agosto. Si bien aún no ha viajado por el resto del país, Alessia dijo que pronto conocerá otros puntos, dado que la intención de su familia anfitriona es llevarla a recorrer todo el Uruguay.
Cuando llegó comenzó a practicar remo en el Club Remeros, en donde “conocí mucha gente”, a la vez que ahora se apresta a aprender windsurf con un amigo suyo que le está enseñando. “En Italia tocaba la guitarra, el piano y hacía atletismo, pero acá quería hacer algo diferente”, indicó Alessia.
Acostumbrarse a nuestro país no fue sencillo para la estudiante italiana dado que “escuchar hablar gente en otro idioma todo el día cansa, además yo llegué sin hablar ni una palabra en español entonces me costó un poco”, recordó.
Lo extraño para Alessia es que “no hay un horario para comer, a veces se come a las 12 y otras veces a las cuatro de la tarde”, dijo entre risas. En cuanto a la comida, señaló que “es media rara”, aunque aclaró que “el asado de acá me encanta, es mucho más rico”. En Italia “estaba acostumbrada a comer pasta todos los días, acá creo que comí dos veces y porque las cociné yo, porque no me gustan mucho como las hacen acá”, indicó entre risas.

La pandemia

Cuando Alessia llegó a Uruguay, en Italia estaban cerrando todas las actividades nuevamente luego de haber sido abiertas durante el verano. “Acá cuando están en zona roja es como que ‘tengan cuidado y nada más’”, dijo sorprendida y explicó que “allá no podés salir de tu casa, a las 22 horas tenes que estar sí o sí en tu casa sin importar qué estabas haciendo. Y si salís es con un papel que dice por qué salís, a dónde vas y cuánto tiempo vas a estar afuera, es más estricto”.
“Yo no podía creer que cuando llegué se podía ir a la escuela, salir con amigos, hacer deportes”, indicó, a la vez que señaló que “estuve mucho tiempo sin ver a mis amigos porque no se podía”.
El estar encerrado no es sencillo. “Al principio fueron dos semanas, pero luego un mes, dos meses, tres meses…” recordó. “Se hace muy pesado, es como que te falta algo al estar encerrado todo el día en casa”, comentó.

En abril

Por su parte, Iván Tereschuk, voluntario de AFS quien acompañó a Alessia, anunció que en abril llegarán más estudiantes de intercambio a nuestro país por lo que se solicita a las familias interesadas que se comuniquen con la organización al 099605615
Vale indicar que AFS es una organización internacional, de base voluntaria, no gubernamental, sin fines de lucro, que promueve oportunidades de aprendizaje intercultural para ayudar a sus participantes a que desarrollen los conocimientos. Desde 1947 ofrece oportunidades de aprendizaje intercultural a estudiantes, familias, voluntarios y profesionales, con el objeto de fomentar la paz y el entendimiento a través de experiencias educativas internacionales.
Además, AFS está presente en 60 países y cuenta anualmente con la participación de más de 12.000 estudiantes y más de 50.000 voluntarios a escala mundial, en tanto que en Argentina y Uruguay reúne a más de 800 voluntarios y posee más de 40 representaciones.