Intendencia instala hoy mesa de diálogo sobre asuntos de género, derechos humanos y sociales

En la jornada de hoy, en el Espacio Cultural Gobbi, se procederá a la conformación de una mesa de diálogo social, con la conducción de la coordinadora de la Secretaría de Género, Generaciones y Derechos Humanos Marisa Acosta Niell y la presencia del intendente Nicolás Olivera.
Entre otras estarán convocadas la Intersocial, la Comisión Pro Derechos Humanos, Manos Púrpura y Afloreciendo. “Por distintos motivos quizás no hayamos invitado a todas, pero será una mesa que permanecerá abierta a incorporaciones”.
Acosta recordó también que “en Paysandú tenemos una serie de institucionalidades. Una es la Comisión Departamental contra la Violencia de Género, que depende de la comisión nacional, representada por todas las instituciones públicas y algunas organizaciones sociales, que trabaja en pro de mejorar la situación específica de la violencia de género”.
Destacó la titular de la Secretaría que “no existen estas mesa de trabajo porque las intendencias definen cuales son sus políticas y generalmente no tienen políticas públicas de inclusión social de manera reglada. Entonces lo que se intenta primero es generar una mesa de diálogo para poder conversar y relevar cuales son las demandas más específicas de estas instituciones”.
De todas maneras, “la idea no es vivir en comisión sino relevar opiniones, escuchar a todos antes de profundizar el diseño de estas políticas. Hay que escuchar a todas las voces, más allá que con algunas de estas instituciones ya se viene trabajando y se tiene un vínculo de larga data”.
Entre los asuntos a considerar se destacan “algunas cifras que preocupan en lo que refiere a abuso y explotación sexual de niños y adolescentes, especialmente dentro del marco el hogar. Es una situación que merece una atención especial”.
También se detectaron “problemas de suicidio adolescente y problemas importantes en adultos. Sobre eso estamos trabajando con la Secretaría del Adulto Mayor y con la Secretaría de Juventud específicamente”.
Además, “no puede dejarse de lado el interior del departamento, que no tiene acceso a información o el apoyo de personas capacitadas para promover mecanismos de formación y de generación de promotores locales. Vamos a buscar el apoyo a nivel nacional e internacional para poder contar con los recursos para que Paysandú disponga de esas personas, promotores en sus barrios y organizaciones de buenas prácticas, así como proceder a la denuncia de situaciones de abuso o explotación”.

NO HUBIERA SUGERIDO LA CONTRATACIÓN DE ESCOBAR

Marisa Acosta destacó que “no conocía personalmente al intendente (Nicolás) Olivera. Antes de asumir me convocó a una reunión para conversar un poco sobre mi capacitación y trabajos previos, en la medida que sabía que había retornado a vivir en Paysandú, por asuntos familiares. Me preguntó si me interesaría ser parte de un gobierno y me planteó los objetivos que se estaba trazando. Me planteó un trabajo de impacto a nivel departamental”.
“Mi trayectoria de trabajo es bastante amplia fuera de Paysandú, trabajando con ópticas amplias como son las de Naciones Unidas, que fue el fuerte de mi trabajo en años anteriores, hace que se pierda un poco la relación cotidiana con el impacto local. Me parece que a esta altura de mi carrera, podría ser interesante volcar en mi departamento esa experiencia y poder lograr ciertas transformaciones que la Intendencia se proponía. Y asumí el desafío”, comentó luego.
Entre esa mirada local se incluye “lo que son las políticas carcelarias y la participación de la Intendencia en la generación de un espacio de reinserción social de la población carcelaria, con un sistema controlado y ciertas características de seguimiento a la personas egresadas”.
Ante sus dicho surgió el caso de Sergio Escobar, contratado por la fundación A Ganar. Consultada sobre su posición al respecto, Marisa Acosta declaró que “No hubiera sugerido directamente (su contratación). Empero, sí estoy a favor de la reinserción social de las personas. Creo que hay mecanismos para llevarlas a cabo. Una prueba de ello es lo que el intendente ha logrado para conformar una mesa de trabajo que en realidad lo que intenta es darle forma de política pública”. Agregó que “no se debe considerar solo a una persona o una situación aislada, sino que tiene que haber de parte de las intendencias, por un tema de transparencia, esos mecanismos a los que aludía, para que a las personas que ingresen en estas condiciones se les haga un seguimiento y se tengan en cuenta ciertas cosas en los procesos de reinserción social”.
“No fue el mecanismo adecuado, pero sí se están buscando alternativas para que se pueda proceder a la reinserción social de otras personas en similar situación, sin que ese caso pese negativamente. Es una buena cosa trabajar para darle una segunda oportunidad a las personas”, recalcó.

“LAMENTO MUCHO QUE LA SOCIEDAD SE HAYA POLARIZADO DE ESTA MANERA”

Por otra parte, dado que se encarga de cuestiones de género, Marisa García fue consultada sobre el cambio en el perfil de las manifestaciones del 8M, donde frecuentemente aparecen grupos con insultos, acciones de violencia o desprecio a los hombres, así como ataques a la prensa.
“En una manifestación, la violencia en cualquiera de sus formas no ayuda a la construcción del diálogo. Creo que bien hay una cuestión con que los derechos de la mujer, desde el derecho al voto (3 de julio de 1927, plebiscito de Cerro Chato) en adelante ha sido un proceso de reivindicación y de lucha de las mujeres, hay formas de luchar”, explicó.
Luego profundizó al indicar que “siempre es necesario mantener dos cosas. Una es el respeto y la escucha del otro. Soy una convencida de que la democracia es el mecanismo de gobierno que nos hemos dado y al que defiendo totalmente. No me siento dueña de la verdad y ninguno de estos grupos tampoco la tiene. Cada uno tiene su parte de verdad. No es el camino –creo– el de la reivindicación agresiva, violenta o insultante. No se logra así consolidar los derechos”.
“Los derechos, para que sean hechos, como en algún momento fue un eslogan, tienen mucho trabajo atrás, mucho diálogo. Creo que la construcción de una sociedad igualitaria y diferente es con hombres y mujeres. No son solo las mujeres, porque también hay una transformación en lo que el trabajo cotidiano, en el hogar, de la participación del varón en la crianza de los hijos y otros asuntos. Entonces es muy difícil que podamos tener cambios sustantivos en nuestra sociedad de esta manera”, opinó luego.
“Lamento mucho que la sociedad se haya polarizado de esta manera”, aseguró enseguida. Empero, desde su punto de vista “debo decir que es una minoría la que ha tomado este camino. Creo que en el movimiento feminista en general no es así como se procede. Trabajé muchos años en Chile y República Dominicana y claramente no es el camino que las grandes agrupaciones reconocen y reivindican”.
Subrayó entonces que “creo que no es por ahí. De hecho, si bien las marchas están bien, hay situaciones especiales. En este momento de pandemia no se recomendaban las marchas por las aglomeraciones. Creo que hay muchas formas de manifestar. Todos tenemos lugares de decisión y cierto poder de construir y articular, porque sin dialogo y sin articulaciones, es muy difícil que una institución sola o un grupo pueda lograr ciertas cosas. Pasa mucho por ponerse de acuerdo, por ver quién pone qué cosas. En términos de recursos, los hay escasos, pero juntos podemos lugar cosas mucho mejores que las que podemos lograr separados, enfrentados. No va por ahí, sino por el diálogo entre hombres y mujeres, entre sociedad civil y gobierno”.